Castigos Y Premios(capitulo 6)

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Furina estaba amarrada con cuerdas rojas y suspendida en el aire por las mismas. Habían pasado dos horas desde que Arlecchino la había dejado allí por decir que era la Omega de Neuvillete, su cuerpo comenzó a doler y su mente comenzó a nublarse por la excitación de su celo. Estaba completamente desnuda, por lo que las cuerdas tallaban en su blanca piel, sobre todo las de sus muslos y las que estaban rodeando sus pechos. Eso en definitiva era una tortura, estaba sola, con los brazos atados detrás de su espalda y las sus tobillos detrás de sus muslos, por fortuna ella era muy flexible de lo contrario esa posición sería muy dolorosa. Aún estaba en su habitación, pero realmente quería soltarse de allí e ir a buscar un alfa para que la embarazara, lo deseaba desesperadamente. Pero Arlecchino le ordenó quedarse quieta y esperar su regreso. La odiaba, le estaba negando el placer, lo que había deseado durante cinco años.

Arlecchino: estás lista. Lady furina- sus pasos resonaban por toda la habitación- sabes por qué estás ahí?

Furina: por... Por que... estoy aquí?- dijo entre jadeos por su celo- por que... No mejor me sueltas y... Hacemos cachorros?

Arlecchino: por más que me guste la idea- se acercó y tomo el mentón de furina- esto es un castigo por pensar en alguien más, solo tienes permitido pensar en mí, lo entiendes.

Furina: no!!- dijo con la poca cordura que le quedaba- yo solo quiero a Neuvillete en mi mente y corazón!!

Arlecchino: respuesta errónea!!

Entonces Arlecchino golpeó a furina con una fusta, la menor chilló al sentir como su piel era maltratada. Odiaba a Arlecchino la odiaba, no iba a seder, no le permitiría el placer de verla romperse, no lo hizo contra su familia, no lo hará contra su secuestradora. Arlecchino después acercó su cuello a la nariz de furina para que ella se viera afectada por sus feromonas y por ende su celo empeoraría. Justo como lo planeo Arlecchino, furina se había vuelto loca por la excitación, tenía una alfa justo delante suyo, la podía impregnar, pero ese era un castigo.

Arlecchino: a quien le pertenece tu corazón?- pregunto alejándose de furina.

Furina: a Neuvillete!!- Arlecchino volvió a azotar a furina, pero esta vez en sus pechos- ah!! Duele!!

Arlecchino: a quien pertenece tu corazón?- dijo esta vez soltando muchas feromonas.

Furina: a mi alfa!!!

Arlecchino: y quien es tu alfa?

Furina: t-tu?- esperó otro golpe pero en vez de eso recibió un beso en los labios por parte de Arlecchino- eh?

Arlecchino: respuesta correcta- dice mientras acariciaba la mejilla de furina con su mano derecha- ves que cuando te portas bien?... Recibes un premio.

Furina: si me porto bien... No!! No caeré ante ti!!

Arlecchino: necia!!- vuelve a golpearla con la fusta pero está vez en su trasero- aprenderás tu lugar, aunque sea por las malas.

Así siguió toda la noche, furina era tentada por Arlecchino pero al final se resistía y esta última terminaba azotando a la menor. Pregunta tras pregunta, furina iba teniendo aciertos y desaciertos. Finalmente llegó el amanecer y furina estaba abrazando a Arlecchino sobre su cama mientras dormía. Arlecchino amó cada momento de aquella tortura, al fin podía tomar venganza por esos tres años. Pero aún sentía un dolor en el pecho, fue por lastimar a furina? Le dolió, no quería hacerle daño, quería tener ver una sonrisa sincera en la cara de furina, tal vez eso quitaría el dolor en su pecho? Lo pensaría en la mañana.

Furina despertó con un gran dolor en su cuerpo, aún estaba en celo pero gracias a las feromonas de Arlecchino y a toda la estimulación del día anterior por fin estaba controlado. Su mente estaba clara y su corazón confundido. Sus pensamientos fueron interrumpidos antes de empezar por el sonido de una canción de cuna. Al abrir sus ojos se encontró con Arlecchino acariciando su mejilla, aún enrojecida por los golpes, mientras cantaba para ella.

Arlecchino: dormiste bien?

Furina: si... Por que?

Arlecchino: uh?

Arlecchino: por que me quieres a mi? Puedes tener a cualquiera, eres La Sota, por que hacerme sufrir más de lo que ya he sufrido...

Arlecchino: bueno... Creo que mereces un premio después de ayer- dijo mientras se sentaba y sentaba furina en su regazo- mírame a los ojos.

Furina:me ignoras?- dijo obedeciendo la orden del Alfa- porfavor, haré lo que sea pero... Ya no quiero sufrir más.

Arlecchino: tranquila... Desde que tú me descubriste hace tres años, yo... No he podido desahogarte cuando tengo mi celo, estoy... Muy frustrada y es todo por tu culpa furina.

Furina: mi culpa?

Arlecchino: por supuesto... Desde que olí tus feromonas ya no pude acostarme con cualquier otro Omega, tu olor me vuelve loca... Tu me vuelves loca.

Al escuchar esas palabras algo se encendió dentro de furina, algo que la llevaría por un camino del que posiblemente se arrepienta.

Notas del autor: como están? Espero que bien.

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De lo contrario no actualizaré más.

Muchas gracias por todo su apoyo!!

Estocolmo (Arlefuri Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora