ᴜɴᴀ ᴄᴀᴏ́ᴛɪᴄᴀ ғᴀᴍɪʟɪᴀ [ʀᴇᴇsᴄʀɪʙɪᴇɴᴅᴏ]

uno

"UN DIA NORMAL EN LA CASA TODOROKI"

Un chico de cabello pelirrojo conduce hasta la delegación, un lugar que ha visitado tantas veces que ha perdido la cuenta, la última vez fue hace un par de días, todo para ir por su adorable hermano menor.

Cualquiera que los viera a simple vista pensaría que el problemático de la familia es él, con esas perforaciones y tatuajes tiene toda la pinta de un malandro, pero no lo es, realmente es un chico decente que no se mete en problemas y trata de ser el mejor ejemplo para sus hermanos menores, especialmente para el más pequeño de ellos.

Mientras que por otro lado está su hermano, con una apariencia tan tierna y llena de inocencia, con una conducta intachable y calificaciones perfectas, como alguien que no se mete en ningún tipo de problema, pero es quien más veces a terminado en la delegación en esa familia, aunque la mayor parte de veces los problemas llegan por si solos a él o al menos eso es lo que su hermano menor suele decirle y por supuesto que sus papás no saben de todo eso, porque el siempre se encarga de encubrirlo.

Suelta un largo suspiro, a la larga Shoto terminaría siendo descubierto y el terminaría hechado de casa por solapar a su hermano. Sacude la cabeza varias veces y se estaciona, bajando del auto e ingresamos al lugar para firmar unos papeles y así poder irse.

—Traten de no meterse en tantos problemas —pide Sansa liberando a los tres chicos.

—Lo intentaremos —dice Eijiro por sus amigos, saliendo a toda prisa del lugar.

—Tienen que contarme que ocurrió —avisa Touya al tenerlos en frente.

Los tres asienten y sin decir más por el momento salen del lugar y suben al auto, el mayor de todos decide poner algo de música antes de empezar a conducir, esperando calmar el ambiente con eso.

—¿Puedo elegir la música? —pregunta Shoto asomándose.

—Esta bien, pon a los coreanos esos que te gustan —suspira resignando, observando como su hermanito pone la música que tanto le encanta—. Entonces... ¿Que fue exactamente lo que pasó? —pregunta comenzando a conducir.

—Bueno —Kirishima empieza sin saber cómo comenzar a relatar.

—Nosotros tres fuimos por unos helados —Kaminari es quien decide tomar su lugar y comenzar a relatar la historia—. Nos sentamos en una mesa libre sin molestar a nadie, Shoto solo estaba tarareando la canción que no se le quita de la cabeza y entonces llegaron unos chicos más grandes que nosotros y tratamos de ignorarlos  —relata haciendo movimientos con sus manos.

—Okey, ¿Y que paso después? —Touya escucha atentamente el relato.

—Shoto les pidió amablemente que nos dejen de molestar —agrega Kirishima señalando al bicolor que canta, totalmente ajeno a la conversación—. Pero no hizo caso e incluso llamo tonto a Denki y lo peor fue cuando tiro el helado de Shoto.