ᴜɴᴀ ᴄᴀᴏ́ᴛɪᴄᴀ ғᴀᴍɪʟɪᴀ [ʀᴇᴇsᴄʀɪʙɪᴇɴᴅᴏ]

cuatro

"PIROPOS QUE SALEN MAL"

Shoto Todoroki es un chico tranquilo, le gusta que sus mañanas también lo sean por lo que no tiene una alarma que lo despierte, pero algunas veces esas mañanas son tan caóticas como esta ocasión.

Suelta un largo bufido algo estresado por el ruido que viene afuera de su habitación, se talla los ojos y suelta un largo bostezo, trata de ponerse de pie, pero entonces se da cuenta de que su precioso gatito se encuentra durmiendo sobre él.

—Felix —habla suavemente para despertarlo, el felino se levanta y estira.

Sonríe un poco más relajado apesar del escándalo, el minino baja de su cama de un salto, maullando para llamar la atención del bicolor, Shoto entiende lo que quiere y se levanta de su cama, sintiendo como su gato se frota contra su pierna, recibiendo unos buenos días de su parte.

Finalmente se acerca a su puerta y la abre, encontrándose con sus tres hermanos en lo que parece ser una pequeña discusión.

—¿Por qué discuten tan temprano? —pregunta ladeando la cabeza.

—Son las siete y media, sino te das prisa vas a llegar tarde a clases —se encarga de recordar su hermana mayor.

Shoto parpadea un par de veces procesando la información.

—Mierda ¿Por qué no me despertaron antes? —mira a sus hermanos con los brazos cruzados.

—Bueno, justo esa es la razón por la que discutíamos —Natsu se encoge de hombros.

—Denle de comer a Félix, voy a cambiarme —bufa y vuelva a su habitación.

Solo tiene media hora para estar listo y realmente odia cuando eso pasa, bien, tal vez a partir de ahora considere poner su canción favorita como alarma y asi empezar el día con más ánimo. Tan rápido como termina de hace toda su rutina, más rápido de lo que debería y sin música, toma su mochila y sale de su habitación hasta llegar a la cocina donde el desayuno ya está servido y Denki come junto a sus hermanos.

—Hola, Den —dice sentándose junto a su amigo.

—¿Se te pagaron las sábanas, Sho? —se burla el rubio, recibiendo una mala mirada del bicolor.

—Shoto —voltea en cuanto escucha el llamado de Natsu—. Dime loco, pero siento que cada día Félix está más gordo —dice mirando al gato blanco con manchas negras comiendo su tazón de comida.

—Tal vez debería dejar de darle tanta comida —murmura el menor y se encoge de hombros, restándole importancia y concentrandose en su desayuno.

—Acabe, iré a sacar la camioneta —avisa el mayor de los hermanos Todoroki.

Touya se pone de pie y deja los trates en el fregadero, para salir de casa y esperar por sus hermanos en el auto mientras tarareaba una canción que gracias a Shoto ahora no sale de su cabeza, a diferencia del menor él no es fan del kpop, pero mierda, son tan pegadizas que cuando menos se da cuenta ya lo está cantando aún si lo hace mal.