-Capitulo 14: Línea de tiempo -

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"¡Argh!" Alkaios gimió de dolor luego de recibir un corte en uno de sus hombros, mientras gotas de sangre caían al suelo.

"Esquivalos" La voz dell Pastor sonó relajada mientras lanzaba cortes hacia el pequeño Alkaios. Aunque estaba atacando con una gran lentitud para su punto de vista, para Alkaios era otro tema. Se estaba moviendo muy rápido...

Alkaios, jadeando, esquivó los cortes que el Pastor lanzaba con la mayor agilidad que podía tener en ese momento. Mientras su cuerpo sudaba y las heridas de cortes sangraban, el hacía todo lo posible por esquivar los ataques del Pastor.

Los brazos, hombro, y rostro de Alkaios tenían cortes leves pero que sangraban manchando su ropa y mezclándose con su sudor. Su cansancio y fatiga eran notables ya que habían estado así por horas.

"Maldita sea... Estoy muy cansado, ya no puedo seguir más tiempo de pie" Alkaios luchó por no tropezarse y caer rendido al suelo. Pero no lo logró.

"Ah..." Alkaios trató de ponerse de pie, pero su fatiga era demasiado grande. Si seguía así, terminaría desmayado otra vez.

El Pastor lo vio caer al suelo e intentar levantarse sin éxito y resopló con desdén: "Supongo que eso es todo lo que puedes dar. Hace dos días demostraste más, pero en cambió ahora estás siendo patético".

"Como sea" El Pastor se acercó a una de las tantas mesas blancas que había allí y tomó una poción. "Ten, recupérate y prepárate para mañana" Le dijo lanzándole el frasco.

Luego, el Pastor se dio la vuelta y salió de la habitación con un rostro desinteresado, cerrando la puerta corrediza detrás de el con un ruido fuerte.

Alkaios miró el frasco con el liquido azul en su mano y no le importó la aptitud ni los comentarios del hombre calvo, después de todo siempre era así.

Alkaios abrió la tapa del frasco y roció el contenido sobre su cuerpo maltrecho: "Oh, si... Eso está mejor".

Las palpitaciones de dolor desaparecieron de su cuerpo cuando el liquido azul curó todos los cortes sobre el: "Estoy demasiado cansado, y esta cosa no recupera la fatiga" Se dijo a sí mismo.

Alkaios miró a su alrededor, toda la habitación estaba en silencio puro. Miró la luz naranja brillante traspasando la puerta como si estuviera hecha de tela y se dio cuenta de que era de noche: "Supongo que dormiré, realmente no tengo mucho que hacer".

Sin importarle menos el lugar donde dormía, se quedó allí donde se había caído antes, recostado y tratando de conciliar el sueño. Y de hecho, apenas cerró los ojos, cayó rendido a los brazos de morfeo.

Las horas pasaron rápidamente para el dormido Alkaios, su fatiga era muy alta, ya que había estado esquivando los ataques del Pastor durante varias horas, e incluso le sorprendió no haber caído hace ya mucho tiempo.

Su cuerpo se retorció mientras dormía en una posición extraña y de repente, abrió los ojos con lentitud. Su visión borrosa miró hacia la entrada de la habitación confirmando algo: "¿Todavía es de noche?".

La luz naranja brillante indicaba que las lámparas que se encendían durante la noche aún no habían sido apagadas, por lo que ni siquiera había amanecido todavía. "Mierda, ¿por que cuando quiero dormir treinta horas me levanto tan temprano? No lo entiendo".

Alkaios reacomodó su cuerpo de su posición extraña y se quedó recostado en el suelo de manera recta: "Dormiré un poco más".

Dicho esto, Alkaios prosiguió a cerrar los ojos una vez más mientras intentaba regresar al mundo de los sueños. Pero, pasó varios minutos dando vueltas en su sitio con el ceño fruncido, incapaz de dormir otra vez: "¡Tsh! ¡Maldita sea, supongo que ya no lo lograré!".

Reencarnado en Danmachi con un SistemaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora