Te necesito

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Este capítulo está basado en el capítulo número 30 de la historia de Pedri, titulado también 'Te necesito', pero esta vez desde la perspectiva de Gavi. Si has leído mi otra historia, entenderás la conexión.

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Pablo Pov

Llevaba una semana sin saber nada de Isabella. Me había borrado de su vida de repente y sin explicación alguna. No había podido contactar con ella porque no tenía su número y tampoco tenía redes sociales.

Es cierto que sabía dónde vivía, así que cuando terminó el partido y vi que se había ido, lo primero que hice fue ir a su casa a buscarla. Pensé que quizá se sentía mal y por eso se fue pronto.

Sin embargo, quien me abrió la puerta fue su madre. Me dijo que Isabella no quería verme. No entendía el porqué de su cambio de actitud, si esa misma mañana estábamos genial, y encima le dediqué un gol, pero no sirvió de nada.

Decidí no insistir más y seguir con mi vida. Ya me llamaría ella si me necesitaba. Llevaba toda la semana esperando esa llamada y una explicación, y aún no sabía nada.

Por eso decidí irme de fiesta, algo que solía hacer todos los viernes o sábados, pero esta vez con más motivo. Necesitaba despejarme y no pensar más en ella. Si no quería saber nada de mí, ella se lo perdía. Yo no iba a ir detrás de nadie, ya me había arrastrado bastante.

Ahora mismo me estaba preparando para salir con Fermín, Luna y Clara.

—Gavi, tío, tardas más en prepararte que nosotras —se quejó Luna entrando en mi habitación.

—Me estaba poniendo un poco de colonia, tranquila, ya voy.

Observé el vestido corto, blanco y apretado que llevaba. Dios mío, si Pedri la viera así para salir de fiesta, se moriría. Sabía bien lo celoso que era con ella.

—¿No crees que deberías hablar con Pedri? —volví a sacar el tema.

—Que no, Gavi, que sufra un poco, que ya he aguantado mucho. No puedo perdonarle siempre tan fácil.

—Como quieras—acepté. Al final, tenía razón. Luna tenía la paciencia de una santa, y Pedri se aprovechaba de ello.

Tendré que vigilar que no se le acerque ningún chico esta noche, sino Pedri al que mata es a mí por no estar pendiente.

Salimos de casa los cuatro juntos y cuando arrancamos el coche para ir dirección a la discoteca, justo sonó mi teléfono. Era un número desconocido.

—¿Hola?—pregunté al no escuchar a nadie a través de la línea.

—Pablo...—susurró una voz que conocía muy bien y que había echado de menos escuchar.

—Isabella, ¿estás bien?—le pregunté, notando su voz temblorosa.

—No, te necesito.

Mi corazón se aceleró al escuchar sus palabras. Desde luego, no esperaba esa respuesta.

—¿Dónde estás?—le pregunté con urgencia.

—En mi casa, ¿puedes venir?

La verdad es que no me apetecía nada más en ese momento. Había estado sintiendo un vacío desde que Isabella se alejó de repente, y ahora que me necesitaba, sentía que el universo había conspirado a mi favor.

—Claro, ahora voy—aseguré, sintiendo un nudo en la garganta por la preocupación.

—Gracias, te espero—dijo y colgó.

Aproveché que ahora sabía su número para guardar su contacto como "Bella 💙".

—Pero bueno, ¿quién era esa? ¿La nueva conquista de Pablo Gavi?—me preguntó Fermin con una sonrisa traviesa.

BAD REPUTATION // Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora