BAD REPUTATION // Pablo Gavi

Caos

Isabella Pov

Desde que Gavi y yo hicimos pública nuestra "falsa relación", todo se ha vuelto muy intenso. Por mi bienestar, decidí mantenerme alejada de internet y no enterarme de la opinión pública, aunque la curiosidad muchas veces me mataba, pero era consciente de que probablemente no encontraría nada positivo.

A pesar de que nuestra relación es ahora conocida por todos, sigo sin utilizar las redes sociales. Prefiero que mi vida permanezca privada. No es necesario publicar fotos juntos constantemente para demostrar que estamos juntos.

Sin embargo, Gavi no pensaba igual.

—¿Puedo subir esta foto? —me preguntó con un puchero.

Estábamos en mi casa. La última semana habíamos estado quedando todos los días. Hasta mi madre me preguntaba dónde estaba cuando no lo veía por casa.

—Pablo, no —le dije por quinta vez.

—¿Y cómo quieres que la gente se crea que estamos juntos si no subimos nada? —acercó su móvil a mi cara—Mira, salimos guapísimos.

Observé la foto. Era una imagen de él y de mí reflejados en el espejo de mi baño, él me abrazaba por detrás. Sonreía ampliamente, mientras yo mostraba una expresión divertida.

La verdad es que estábamos monísimos. Casi daba la impresión de que nuestra relación era auténtica.

Suspiré. —Está bien, súbela. Pero solo esta.

Gavi sonrió triunfante y rápidamente subió la foto a Instagram.

—¿Sabes? Me dan miedo los comentarios de la gente —dije, tratando de mantener mi voz firme.

Gavi se acercó a mí y comenzó a darme pequeños besitos en el cuello y la mejilla, sabiendo perfectamente cómo distraerme.

Sus caricias eran suaves y cada vez que uno de sus besos rozaba mi piel, una oleada de calma recorría mi cuerpo, pero la inquietud persistía.

—No te preocupes tanto —murmuró contra mi oído—La gente siempre va a tener algo que decir.

Me rodeó con sus brazos, acercándome más a él, y empezó a acariciar mi cabello, enredando sus dedos en él de forma cariñosa.

—Vamos, mírame —me dijo con voz suave, levantándome la barbilla para que nuestros ojos se encontraran—Seguro que no son tan malos —respondió él, con una sonrisa tranquilizadora.

—Déjame verlos —le pedí.

Gavi negó con la cabeza, su expresión se tornó seria por un momento.

—No, no creo que sea una buena idea —dijo, manteniendo su voz suave pero firme.

—Tengo derecho a saber qué opinan de nosotros Pablo —insistí, tratando de no sonar desesperada, aunque la ansiedad seguía presente en mi voz—No puedes protegerme de todo siempre.

Él suspiró, viendo la determinación en mis ojos. Se dio cuenta de que no cedería tan fácilmente. Finalmente, asintió con resignación.

—Vale, si es lo que realmente quieres... —dijo, sacando su teléfono y desbloqueándolo antes de entregármelo.

Tomé el teléfono con manos temblorosas, y Gavi se quedó a mi lado, acariciándome la espalda con ternura mientras yo abría la aplicación de Instagram. Leímos juntos los comentarios y, como temía, había muchos mensajes negativos. Algunos decían que no sabía estar sola, otros que era "otro más para la colección", y varios afirmaban que no me merecía a Gavi. Sin embargo, entre todos esos comentarios, también había algunos pocos que decían que hacíamos buena pareja.