BAD REPUTATION // Pablo Gavi

¡Que le den a todos!

Isabella Pov

—¿En qué estabais pensando, chicos? —nos dijo Daniela con voz alterada—Y, ¿desde cuándo...? —nos señaló— ¿Desde cuándo ha pasado todo esto?

Gavi y yo nos miramos sin saber muy bien qué decir.

Ya habíamos vuelto a Barcelona, y lo primero que tuvimos que hacer fue reunirnos en mi casa con mi mánager para manejar el gran escándalo que había supuesto que me pillaran besando a un futbolista, y que ese futbolista fuera Pablo Gavi. Habían vuelto los comentarios de odio hacia mí persona, cuando había estado tan feliz en el anonimato. Ahora todos sabían dónde estaba y con quién estaba.

Era una mierda.

—¡Isabella! —me llamó Daniela para captar mi atención.

—¿Qué?

—¿Cómo que "qué"? ¿Sabes que estás saliendo perjudicada de todo esto? Están diciendo que Gavi es uno más de tus rollos y que estás jugando con él.

Eso era absurdo, aunque entendía de dónde venía.

—No es verdad—me defendí.

—Yo ya sé que no es verdad, pero ellos no te conocen, Isabella. Solo conocen los rumores que hay sobre ti, y las dos sabemos bien que no son buenos.

Resoplé frustrada.

Mi mala reputación me iba a perseguir siempre.

—¿Y qué quieres que haga? —respondí—Ya está hecho.

—Mira, hay una solución —dijo mi mánager—He estado hablando con el mánager de Gavi, y hemos llegado a una conclusión. En la foto que os hicieron, debido al sombrero, no se ve claramente ni tu cara ni la suya, solo vuestros cuerpos. Así que podéis negar que erais vosotros. Como no se ve claramente, la gente solo lo da por hecho porque personas que estaban cerca aseguran que erais vosotros. Pero si salís a desmentirlo, esas afirmaciones perderán peso.

Gavi negó con la cabeza.

—No quiero mentir —dijo con firmeza—¿Por qué tenemos que responder? ¿No sería mejor dejar que el asunto se olvide con el tiempo?

—Gavi, otro escándalo amoroso es lo último que necesita Isabella ahora —saltó mi mánager—Lo que sea que tengáis entre vosotros dos no es beneficioso para la carrera de ninguno. Es más, podría perjudicar a ambos a largo plazo.

Me quedé en silencio, reflexionando sobre lo que había dicho. Tal vez lo mejor sería alejarme de Gavi para que no le salpicara todo esto. Al final, era mi culpa. Yo le besé delante de todos sin pensar en las consecuencias.

—Pablo, ella tiene razón. Y a ti tampoco te conviene esto así que sería mejor dejar las cosas aquí —dije yo con pesar.

No quería alejarme de el, pero era lo mejor para los dos.

Gavi negó con la cabeza con determinación.

—¡No! Tiene que haber otra solución —respondió—No podemos simplemente dejarlo así.

—Pablo, déjalo —insistí—Esto estaba destinado a salir mal tarde o temprano. Los dos somos figuras públicas y esto solo complicaría las cosas más. Además, yo no estoy preparada para enfrentar todo de nuevo.

Había sufrido mucho con la opinión pública y no estaba dispuesta a afrontar otra vez todo ese odio masivo. Había estado muy tranquila estos meses como para volver a eso tan pronto.