3.- Let you Down.

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Dante estaba bajo la lluvia, en medio de la carretera en Night City, estaba hincado, mientras sostenía a alguien en sus brazos, una mujer con un pelo de estilo de tazón, la lluvia caía en el cuerpo inerte de la chica, mientras el peliblanco gritaba a todo pulmón para que la mujer reaccionara.

-Dante.-

El solo seguía en busca de alguna reacción, algo, que le indicará mínimamente que ella estaba viva, él actuaba desesperado, cosa que nunca se muestra.

-Dante.-

Las lágrimas amenazaban con salir de sus ojos, mezclados con las gotas de lluvia que caían en su rostro, a la par que una gota caía sobre el párpado cerrado de la mujer, dando un parecido a una lágrima, como si el cadáver estuviera triste por no poder darle lo que buscaba a Dante.

-¡Dante!-

El peliblanco reacciono, no estaba en la carretera bajo la lluvia, estaba en un pequeño cuarto sentado en un sofá, sin usar su abrigo rojo, dejando al descubierto su torso, a su lado David y al lado de David, Maine, el cual compartía su estado de semidesnudez.

-Hasta que reaccionas, David rechazó el implante, ¿Qué hay de ti?- Maine habló con curiosidad, curiosidad acerca de qué diría Dante, y el por que el susodicho estaba tan distraído.

Con el implante, se refieren a las manos doradas de Pilar, las cuales fueron retiradas de su cadáver, y con el permiso de la propia Rebecca, cualquiera del equipo podría usarlas si lo deseaba.

-No son mi estilo.- Dante respondió con tranquilidad, su cabello tapando levemente sus ojos, mientras se reclinaba en el sofá y se cruzaba de piernas.

-Presentía que dirías algo así.- El rostro de Maine adquirió señales de molestia. -No puedes seguir rechazando cromo, te van a matar en algún punto, tu mismo lo dijiste, no puedes ser un cabron de un solo truco.-

-Tranquilo, estare bien, ademas, esas cosas son de Tecnoamante, yo soy un Solo.-

-Lo que digas.- Maine seguía levemente molesto, aunque obviamente respetaba la decisión de ambos. -No entiendo cómo ustedes dos son capaces de rechazar cromo del bueno.-

-Yo tengo mis ojos puestos en otra cosa.- David habló con decisión, mientras miraba a Maine a los ojos.

-¿Por cuáles te decidiste?- La mirada de David cambió, cayendo sobre las manos de Maine, el cual produjo una leve risa de diversión y sorpresa al caer en cuenta. -¿Quieres los míos? No creo que sean de tu tipo.-

-No creo que no pueda con ellos.-

-El día que me muera en el trabajo, te los regalo.- Maine flexiono el bíceps, mirando con una especie de afecto u orgullo paternal a David.

-Yo me quedo con tu auto.- Dante habló con una sonrisa, mientras veía toda la interacción.

-Eso ni hablar, ¡Mi bebé sé va conmigo!-

-Ya lo veremos.-

David soltó una risa ante las palabras de ambos, lo cual captó la atención de los dos Cyberpunks, acercándose al más novato del grupo con curiosidad.

-Oye, ¿Tú también lo ves diferente?- Dante habló con diversión y un tono en broma.

-Si, generalmente tiene la cara más jodida, como si tuviera depresión y quisiera pegarse un tiro.-

-Dejen de joder.-

La curiosidad en el rostro de Maine y Dante se convirtió en burla y una sonrisa picarona, acercándose a David.

-Te acostaste con ella, ¿No es así?- Dante le dio un golpe juguetón en el hombro, mientras David miraba hacia otro lado con nervios.

-¿Verdad?-

A Devil in ChromeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora