Capítulo 9 - Nuevos descubrimientos

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Emmett no había soltado la mano de Lily en ningún momento

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Emmett no había soltado la mano de Lily en ningún momento. Cuando llegaron al restaurante donde se encontraban las chicas, vio cómo Edward hablaba con ellas, y aunque no sabía lo que les había dicho, ambas se marcharon poco después.

Al bajar del coche, Bella corrió hacia Lily y la abrazó.

—Gracias —le susurró Bella mientras la abrazaba.

—No te preocupes, acudiré en tu ayuda siempre que lo necesites —respondió Lily con una sonrisa.

Los chicos las llevaron a un restaurante a cenar, aunque la bruja sabía que ellos no iban a comer nada. Se sentaron los cuatro en una mesa y Lily y Bella pidieron una ensalada César, mientras que Edward y Emmett solo pidieron agua para disimular.

—Aquí tenéis vuestra ensalada —dijo la camarera mientras dejaba los platos frente a las chicas, sin dejar de mirar a los dos vampiros—. ¿Seguros que no queréis nada más? —preguntó con voz coqueta.

Lily rodó los ojos y empezó a comer su ensalada. Ninguno de los chicos miró a la camarera, manteniendo la vista fija en las chicas.

—No, gracias —respondieron ambos a la vez.

—Llámadme si necesitáis algo —dijo la camarera, guiñándoles un ojo antes de marcharse.

—¿De verdad no vais a comer nada? —preguntó Bella.

—No, estamos a dieta —respondió Edward, lo que hizo que Lily hiciera una mueca para intentar no reírse—. Una dieta muy estricta.

—¿Cómo sabíais que estábamos en Port Angels? —volvió a preguntar Bella.

—Les dije que íbamos a venir a ver vestidos —dijo Lily de manera apresurada, tratando de ayudar a los chicos. No sabía cómo ellos supieron dónde estaban, pero no quería exponerlos. 

Ambos chicos la miraron sorprendidos; no esperaban que los cubriera.

—Pero yo no estaba cerca de la tienda de vestidos —insistió Bella.

Entre magia y colmillos - [Emmett Cullen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora