"T'estimo?"-Mar Serracanta y tú- Sin G!p

Tienes diez segundos

ANTES DE LEER

Perdón por no subirlo ayer, era una situación complicada jajsjaja pero ya lo tienen aquí.

Disfruten de la lectura 💕

P.D.: lean hasta el final JAJAJAJA

———

Narras tú

Había intentado evitar a mis padres todo el día y por suerte lo había logrado. Al acabar mi segundo entrenamiento del día volví a entrar al hotel y vi a mis padres sentados en uno de los sofás de la recepción.

Ari y Ama estaban de pie y se veían muy molestas, así que me detuve y pensé en cómo pasar a las escaleras sin que me vieran, pero mientras pensaba noté que mi madre estaba llorando.

Ari justo se giró y al ver su rostro pude percibir el enojo que sentía. Me apresuré para caminar a las escaleras y cuando iba a subir, Ama y ella me interceptaron.

–_____, neta, ¿cómo puedes tan pinche malagradecida?– preguntó Ari enojada –Entiendo que quieras estar tranquila, pero no mames, tus padres vinieron a verte y ni siquiera los has saludado– me dijo molesta y miré a Ama.

–Wey, si no quieres hablar con ellos lo entiendo, pero aunque sea salúdalos y ya, pendeja– la miré a los ojos y cuando iba a pasar a su lado para subir, me tomó del brazo –Ve ahora mismo con nuestros padres y pídeles perdón por haberte portado así con ellos– reí.

–Vete a la mierda, no me voy a disculpar con ellos...ellos deberían ser los que se disculpen conmigo– suspiró.

–No te estoy preguntando si quieres ir, soy tu hermana mayor y si no es por mí no comerías, culera, así que ve a saludarlos– miré a Ari algo sorprendida por sus palabras, pero me ahorré mis palabras para no llorar.

Me giré para ir donde mis padres y cuando me tuvieron cerca mamá dejó de llorar y se limpió.

–¿Te cuidé y te di todo lo que necesitabas, te apoyé en que jugaras al fútbol a pesar de que no es lo mejor para ti, y así me lo agradeces?– suspiré.

–Gracias por venir, los veo mañana después del partido, no quiero hablar con nadie ahora– se levantó mi padre.

–¿Nadie? Nosotros no somos nadie– dijo molesto –Yo no crié a una pinche malagradecida– reí.

–¿Seguro?– me miró bastante ofendido.

–_____ Garza Alonso, no le hables así a tu padre– suspiré.

–¿Está seguro, señor padre?– mamá se alteró un poco ante mi respuesta.

–Estás castigada, te vas con nosotros a...– la interrumpí.

–¿Castigada? No tengo diez años– dije de inmediato –Tal vez deberías darte cuenta de eso y no tratarme como a una niña pequeña– escuché el sonido del ascensor.

–_____, escúchame bien, a nosotros nos respetas, que se ve que prefieres andar con esa...con esa chica que probablemente te ha manipulado para que tú estés con ella y...– la interrumpí.

–¿Mar manipulándome?– reí –Y claro que prefiero estar con ella, porque no me trata como a una pendeja– le respondí en un tono algo duro.

–No me interesa qué es lo que tengas con ella, sabes que estás equivocada...¿Por qué no puedes ser como tus hermanas?– preguntó apuntándolas.

–Perdón por no ser como ellas, pero no me interesa serlo– suspiró.

–¿Qué hicimos mal?– preguntó mi padre.