Yo antes de ella

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Solía navegar por un mar gris, donde la atmósfera era pesada, era difícil remar, no tenía la suficiente fuerza para seguir, aquello que llamé hogar solo era un pequeño barco viejo, se mantenía difícilmente a flote pero cada ola sentenciaba su descenso.

Cada acto de aquella obra era protagonizada por una pequeña angustia, ¿cuántas notas tendré que tocar en este piano para que alguien admire mi melodía?

Mis manos danzaban sobre mundos blancos y negros, libertad, opresión, valentia, miedos, no puedo entender que nota fallaba, que faltaba para tener aquella melodía perfecta que solía buscar, un sonido sutil que desbordara, un sonido que difícilmente podrías olvidar.

Leí miles de párrafos imaginando un amor incondicional, pero cada vez estaba más seguro que no merecía eso, así que cerraba los libros con desprecio, maldiciendo al autor por darme tal esperanza.

De repente, mi mundo empezó a colapsar por un rayo de luz cálida que daba paz a lo indomable, que calmaba mis heridas más profundas, que curaba lo incurable, que me ataba sin sentirme preso de nada.

Una melodía que agitó mi mar gris, de repente no hacía falta remar tan fuerte, me extrañaba, pero grande fue mi sorpresa cuando estabas a mi lado remando junto a mí, haciendo más ameno el camino.

Te pregunté "¿Por qué estás aquí?"

"Ya no hace falta que remes solo". Respondiste con una sonrisa.

De repente, en aquella obra donde solo estaba yo, tocando el piano para mí mismo, me percaté que en uno de los miles asientos vacíos estabas tú, admirándome como si fuese la mejor canción que contemplaste nunca, pero lo curioso fue que la melodía que emergió de mi alma ya no era aquella tan melancólica, está era distinta, susurraba esperanza.

Yo antes de ti, ¿Quién soy?

Yo después de ti, ¿Quién seré?

Yo contigo, simplemente soy.



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