No lo diría en voz alta, llegaría a desgarrar su ego si llega a decirlo; Estaba mareado. Se forzó a mantener una mirada neutral y un rostro relajado incluso si sentía su estómago revolverse y sus entrañas extrañamente calientes. Acidez, supuso. Miro a sus acompañantes, tenían un buen rato de que las conversaciones se hayan detenido y el silencio había reinado un buen tiempo en el lugar. Harry había estado cabeceando un poco y no fue hasta poco tiempo después que su cabeza finalmente cayó sobre su hombro. Se había sentado a su costado, así que supuso que era preferible a que el pobre recibiera un buen golpe con los movimientos del tren.
Le gustaría tener algo para leer. Honestamente, Pero realmente un buen tema literario estaba en lo último de su lista de preocupaciones cuando fueron por el dinero de la beca y los útiles. Algunas cosas eran un tanto extrañas, no lo negaría, Pero supuso que simplemente debería acostumbrarse y todo esto sería tan normal como ver a un atleta usando esteroides. Se rio internamente por su propio chiste. Sasuke todavía estaba despierto, sus ojos miraban detrás de la ventana con la suficiente atención para parecer absorto. Lo estaba, de hecho.
—Alguien viene, ¿Será el niño Weasley?—
La pregunta retórica no estaba destinada a salir de sus pensamientos, pero debe de haberlo hecho, porqué los hombros de Sasuke cayeron ligeramente. Lo ignoro, sabía que el idiota no estaba dispuesto a darle una respuesta verbal y tampoco tenía intenciones de pedirla. Los pasos a la distancia iban tomando más fuerza y la cercanía se hacía cada vez mayor. Al final, la puerta de su camarote se abrió sin pena alguna.
—Disculpen, ¿Puedo entrar? El resto del tren está ocupado.
No sé equivocó, el jóven pelirrojo apareció en el filo de la puerta, con la mayoría de su cuerpo escondido detrás de la madera. Harry se había dormido hace no mucho, probablemente porque aún estaba abrumado con tantas cosas nuevas y la información constante que su mente no había podido procesar. Asintió y con su mano apuntó al costado de Sasuke. El jóven no tardó en entender su movimiento y por lo tanto no tardó mucho en tomar asiento.
—Yo me llamo Ron, Ron Weasley.
Si, lo había escuchado, su madre había sido muy amable en darle innecesariamente los nombres de sus hijos, pero supuso que tendría bases si tenía que interactuar con ellos en algún momento. Lo dudaba, pero todo podría pasar dadas las circunstancias adecuadas. Estás, eran más circunstancias adecuadas, Supuso.
—Encantado, jóven Wesley. Naruto Uzumaki y Sasuke Uchiha.
Cómo era de esperarse, el niño se mostró más que confundido con sus extraños nombres. No era de sorprender, esos nombres eran comunes en su mundo, pero aquí ni siquiera en oriente tendrían tanta normalidad. Suspiro, supuso que una corta conversación sería agradable y lo ayudaría a olvidar el mareo.
—El pequeño durmiente aquí es Harry Potter.
Tal y como lo espero, los ojos del Wesley se abrieron de sobremanera y estaba seguro que de su boca saldrían gritos. No obstante, lo silencio rápidamente antes de que dijera cualquier palabra. Parecía tener la suficiente decencia como para entenderlo, pero eso no cambió su sorpresa inicial. Entendible, supuso, pero debía agradecer que no despertó a Harry. Estaban por entrar a una escuela, necesitaba estar descansando y en plena capacidad mental.
—¿Tiene la cicatriz?
Ah, la había visto. Supuso que no había nada de malo en alimentar algo de su creciente curiosidad. Sus dedos despejaron suavemente la frente de Harry, moviendo los mechones hasta que su frente se mantuvo despejada de cabello. La cicatriz ahí estaba, parecía una especie de rayo o algo bastante similar. No le prestó mucha atención, honestamente.
