VIII

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El agua empapó su rostro, jadeó y suspiro de manera pesada mientras agachaba la cabeza en frustración. Estaba cansado, aburrido y hambriento, Pero extrañamente satisfecho. Tenía razón, sus avances en el control de la magia eran lentos Pero iba teniendo avances constantes. Puede que decir los hechizos en voz alta también pueda ayudarlo un poco en su facilidad de lanzamiento, Pero ser impredecible siempre a sido un factor crucial durante un combate, decir el nombre de un hechizo conocido por todo aquel que pertenezca al mundo de la magia no era la cosa más inteligente del mundo y el no era conocido por su estupidez, talvez en otra realidad Pero no en esta.

Dejo caer su frente sobre el lavabo. El sonido seco se su frente golpeando el mármol resonó en todo el baño, Pero lo ignoro mientras trataba de relajar sus tensos hombros y olvidar por un momento el trabajo autoimpuesto sobre el. Sus oídos zumbaron al escuchar sollozos en la habitación contigua, Mas específicamente en el baño de mujeres. No pudo evitar preguntarse si se trataba de alguno de esos cientos de fantasmas que abundan en el castillo. Odiaba a los fantasmas, le daban escalofríos de solo verlos y tenía la necesidad inherente de eliminarlos, pero los ataques mágicos y físicos eran inútiles por lo que sabía.

Saliendo del baño, miro a sus alrededores en busca de alguien, tal vez un profesor este cerca para poder ser consiente de la chica dentro de ese baño. No había nadie, ya era algo tarde y la cena ya debería de haber dado inicio. Realmente tenía hambre. Podía dejar a esa chica y simplemente irse, no le debía nada y tampoco la conocía, Pero era alguien curioso por naturaleza, puede que al menos sepa quién está en el baño.

—¿Hola?

Golpeó un poco la puerta del baño antes de hablar, pero aunque no recibió respuesta, los sollozos dentro del baño se habían detenido, haciendo que su curiosidad aumente un poco más. Volvió a tocar, pero aunque sus nudillos golpearon con la fuerza suficiente, la respuesta que consiguió era el silencio inicial. Suspiro. No tenía la necesidad de rogar a nadie.

—Vete, Naruto.

Detuvo sus pasos al escuchar eso. La voz le era bastante familiar. Sonrió un poco y rió entre dientes al identificarla. Su diversión fue para si mismo y sabía con certeza de que la jóven ahí adentro no lo había escuchado.

—Señorita Granger, ¿Se encuentra bien? ¿Que hace ahí adentro?

La preocupación fue evidente en su voz, incluso si está misma era falsa. No había estado presente en las últimas clases de día, pues se había enfrascado en su estudio y Harry le había dicho que estaría con el capitán del equipo de Quidditch. No obstante, realmente no sabía que Granger tuviera problemas con alguien como para terminar en este estado.

—¿Tu también me odias?

No pudo evitar parpadear un poco ante sus palabras. Hasta el momento lo único que había demostrado era cordialidad, ¿En qué momento llegó a esa absurda conclusión? Bueno, lo más probablemente es que alguien le haya dicho algo hiriente y ahora tenía la moral por los suelos y la inseguridad mucho más arriba de eso.

—Señorita Granger, ¿De que está hablando? Salga, por favor; hablemos un poco, ¿Le parece?

Ella siguió sollozando detrás de la puerta. Honestamente, ¿Que nadie se había dado cuenta que estaba aquí? Acaparó todo el baño de niñas para llorar, alguien debió haberse quedado ya. Bueno, tal vez simplemente fueron al de niños de manera temporal.

—¡Ron dice que soy insoportable! ¿Lo soy? ¿Es por eso que no tengo amigos aún? Creí que la gente apreciaría lo mucho que me esfuerzo por aprender, considerando que vengo de una familia de Muggles. ¿Acaso hice mal? ¿Realmente este no es mi lugar?

Casi vomita al sentir toda esa cascada de sentimentalismo, Pero se mantuvo en silencio y escuchó toda la historia de su vida con detenimiento. En realidad, debió haber adivinado que Ron Wesley tenía algo que ver. Entre el y Harry, era el más boca floja y parecía tratar de mostrar más importancia de la que verdaderamente tenía. Talvez intentar minimizar la existencia de Hermione ayudaba a inflar su ego.

Naruto: ¡Gryffindor!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora