Otra Oportunidad | NI-KI | [EDITANDO]

008 - MIEDO

La clase termino y todos empezaron a recojer sus cosas para irse.

─Shinju, Ni-Ki... ─Alzó la mirada y veo a la profesora.

─¿Sí? ─pregunto.

─Estuve mirando su proyecto, lo están haciendo muy bien, espero con ansias verlo terminado, y Ni-Ki espero estés mejorando bien, es bueno tenerte de vuelta. ─Observó como el asiente─. Tomalo con calma, tus padres nos comunicaron todo sobre tu estado así que estamos al tanto de todo. Shinju, sigue ayudandolo por favor, será más fácil así.

─Por supuesto ─esbozo una media sonrisa. La profesora nos deja solos y Ni-Ki aprovecha para retirarse.

─¿Y ahora a donde va? ─tomo mi mochila y lo sigo─. Oye, esperame ─lo alcanzo.

─Está bien, me iré a solo a casa ─dice.

─No puedo detenerte así que....

─Nos vemos mañana, supongo ─dice sin mirarme, me quedo en medio del corredor.

─¡Shinju! ─Se acerca Aki ex compañera de clases─. ¿Cómo estás?

─Supongo que bien... ─sonrío.

─¿Quieres hacer algo juntas, o tienes planes con tu novio? ─pregunta.

─No tengo planes con él, pero tendrá que ser otro día lo siento, debo regresar a casa, debo cuidar de mi sobrino ─miento.

─Ah no te preocupes, nos vemos después entonces ─asiento y ella se va.

En realidad no estaba del todo mintiendo, si era verdad que tenía que ir a casa y que mi sobrino estaba en ella, mentí porque no tenía ánimos de salir con nadie, Aki y yo no éramos cercanas de todas formas, solo fuimos compañeras de clase cuando estábamos en primaria. Regrese a casa y encontré a mi madre mandole de comer al hijo de mi hermana.

─Hola, Shinju, Daiki saluda a tu tía ─sonrío y veo como el pequeño me saluda con su manita.

─Daiki, eres tan adorable ─me acerco y le doy y beso en la mejilla─. Amo el olor de los bebés ─mi madre me mira─. ¡Qué! No lo pienses así.

─No dije nada, Shinju, solo te mire.

─No pienses que porque me gusta el olor de Daiki, quiero tener un bebé, soy muy joven todavía ─Mi madre se ríe.

─Nunca pensé en eso, ¿en que piensas últimamente? Tu carita es distinta a cuando te fuiste, dime... ─niego.

─¿Por qué las madres lo saben todo?, me preguntó si Hari también lo sabrá cuando Daiki crezca y tenga un día difícil.

─Las madres notamos cuando nuestros hijos están felices o triste, y tu, Shinju, estas muy triste, tus ojos no son los mismo de esta mañana. ─mi corazón empieza a doler y las lágrimas salen sin que pueda detenerlas─. ¿Qué sucede?

─Me siento muy triste, mamá ─la abrazo por la cintura y escondo mi rostro sobre su cuello. Tenía a Daiki frente a ella así que no podía devolverme el abrazo.

─Dime qué puedo hacer para que te sientas mejor. ─su voz también se escuchaba triste.

─No lo sé, solo me siento muy sola, creo que me hace mucha falta.

─¿Discutieron otra vez? ─mi padre se acerca y toma a Daiki y lo va a sentar a su silla.

─No ─mi madre me abraza.

─Tranquila, todo va a mejorar, mi niña.

─Shinju, no me gusta verte así, cariño ─dice mi padre─. Entiendo que te sientas dolida porque tu novio no te recuerda, pero, mi vida, no puedes estar así todo el tiempo, no debes permitir que esto te afecte.