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— ¡Vox!, ¿¡Se puede saber donde coño estabas?! — Gritó Valentino, sorprendiendo a Vox, ya que no esperaba esa reacción. Igualmente, decidió ni responder.
Valentino lo mira con enfado unos segundos, y lo suelta.
— ¿No me lo vas a decir? — Dice Valentino con Desagrado.
— ¿Por que debería hacerlo? — Responde Vox de forma borde.
Valentino está sorprendido por como Vox esta.
— Mira, ya me lo dirás — Dijo Valentino, alejándose de Vox.
Al ver como Valentino se iba, Vox sonrió. Por fin podría usar su traje elegante.
El enfado de Valentino, se debía a la ausencia de Vox, quien se había ido dos semanas y no respondía a las llamadas.
Vox se dirigió a su habitación para cambiarse, pero se exaltó al oír una voz tras él.
— ¿Enserio no me lo vas a decir? ¡Una cosa es ausentarte, y otra muy diferente es no responder a las llamadas! — Valentino miraba a Vox con frustración, mientras que Vox lo miraba sin decir nada, mientras plegaba de nuevo el traje que se iba a poner.
— No importa, quizá me vuelvo a ir otros días... — Dice Vox, con indiferencia.
Valentino solo suspiró, y cerró la fuerza de Vox con enfado.
Vox comenzó a cambiarse, y al acabar, se miró en el espejo.
Salió de donde estaba, y se dirigió hacia donde había quedado con su cita.
Al llegar, encontró a Alastor.
— Oh, Vox querido, me alegro de que hayas venido. — Dice Alastor, con una sonrisa en su cara.