XIV

337 28 28
                                    

Como que dieron ganas de actualizar, no?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Como que dieron ganas de actualizar, no?

Y perdón si no toma el camino que ustedes esperaban pero ocupo contenido.

Esta historia cambiará de rutas demasiadas veces, así que si no les gusta sean libres de irse.

Solo diré que esta historia tendrá un final donde todos mueren y solo quede Dazai, dios, amo los spoilers.

★★★★★★★★★★★★

Después del golpe que había recibido el japones por parte del ruso, una indignación clara se pudo ver en su rostro.

— Mira idiota, si se te ocurre volver a tocarme te haré lo mismo que le hice a Chuuya.

— ¿Incriminarme falsamente aprovechando que ya tenía antecedentes contigo? Veremos si es que eres capaz. 

— Claro que soy capaz, me aproveche que el ya había abusado de mi una vez para fingir que pasó más ocasiones y poder llevarlo preso, y a ti, te haré lo mismo si me vuelves a tocar. 

—  Tu de verdad no buscas amor, solo aceptación, ¿no?

—  Me conoces tan bien, por eso eres mi novio, y solo mío, así que vete despidiendo de cualquier otra persona que se interese en ti.

— Tu no eres el centro del mundo, Osamu.

—  Pero del tuyo sí.

—  Que egocéntrico saliste.

— Y así me aguantarás.

 Después de esa charla lo único que pasó fue que el castaño tomó del brazo a su prometido y se fue caminando tranquilamente a su hogar.

Fyodor solo escuchaba a su novio contarle unas extrañas anécdotas que había tenido con su hermano menor, Yumeno.

Cuando llegaron al hogar del castaño lo primero que hicieron los dos fue sentarse en el sofa y acurrucarse, uno por obligación y el otro solo por molestar, se mantuvieron un rato así hasta que el castaño se fue al baño y el azabache solo aprovechó para irse de su hogar, no sin antes dejarle una cartita ya que sabía que si no lo hacía lo más probable es que Dazai empezará a sabotear su propia relación.

En lo que iba camino a su casa el soviético solo estaba pensando en que lío se había metido, había ayudado a su prometido a meter a alguien a la cárcel solo porque le tenía odio. Fue obligado a dejar como mierda a su novio solo para que fuese más creíble que fue atacado por el pelirrojo, su novio era un psicópata narcisista que haría cualquier cosa por obtener sus caprichos. Y él solo era su perro fiel, aquel que le apoyaría en todo y no le revelaría nada a nadie, todo por amor.

Sabía que su castaño no lo amaba, lo sabía muy bien, pero tenía una cascara para ocultarse de la realidad. Una realidad donde solo eran pareja por obligación y no porque quisieran en realidad, al menos que el castaño no quisiera.

Le temía a la realidad.

★★★★★★★★★★★★

Que triste, en fin, ¿quieren pastelito?

• Simple Broma - FyozaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora