3

108 6 0
                                    

Al día siguiente, Roxy estaba con una resaca increíble.

-Venga Roxy, despierta, hay que ir a trabajar- Comenté mientras la movía de lado a lado.

-Mami, cinco minutos más- Habló dormida.

-No soy tu madre Roxy, espabila- La empujé del sofá.

Mi mejor amiga dormía en el sofá y yo en la habitación, le dije de dormir juntas, pero probó el sofá y no quiso separarse de él.

Cuando fuimos a trabajar, en la televisión salió otro crimen más.

-¿Otro?- Comentó Roxy mirando la pequeña televisión de la cafetería.

-¡Te lo dije!- Hablé nerviosa mientras limpiaba el mostrador.

Desde pequeña tuve miedo a estas cosas, un miedo inexplicable y Roxy lo sabía.

-Venga pequeña, no va a pasarnos nada, ¿si?- Habló acercándose a mí.

Yo asentí no muy segura.

La campanilla sonó, habían entrado clientes.

En la cafetería no solían haber muchas personas, todas eran personas mayores que se tomaban un café antes de ir a trabajar sus 8 horas diarias.

-Buenos días por la mañana-

La voz de Mike retumbó toda la pequeña y acogedora cafetería.

Estaba vacía, ahora solo estábamos nosotros cuatro, cuatro, porque también estaba Richard.

Todos se saludaron excepto yo que seguía sumergida en las noticias de la tele.

-¿Ylenia?- Me habló Mike moviendo exageradamente su mano en mi rostro.

-¿Qué?- Respondí molesta.

-Uy, perdón por hablarte- Comentó sarcástico.

-Perdona, pero es que esto de que hayan habido dos asesinatos no me gusta, ¿cuantos más habran?- Pregunté angustiada.

-No pienses mucho en eso- Habló Mike tranquilo.

Mi amigo era igual que Roxy, despreocupado y dejándole al destino lo que tuviese que ser.

-¿Cómo puedes estar tranquilo? ¿Y si me asesina a mí, o a Roxy o a Richard?¡O incluso a tí!- Alcé la voz.

-Estas paranoica-

Richard no decía nada, solo estaba pendiente a su café.

Su actitud me pareció extremadamente extraña, estaba preocupado pero a la vez tranquilo.

-¿Tu que opinas Richard?- Pregunté.

El nombrado me miró y habló.

-Si de verdad es un asesino en serie habrán más asesinatos, a no ser que sea muy tonto y lo pillen... Que espero que sea así, pero igualmente no tienes que estar preocupada, no te pasará nada- Habló sereno.

Su voz me transmitió paz, escucharlo decir aquello por alguna razón, no hizo el mismo efecto que cuando me lo dijeron mis otros amigos.
Con él me sentí de una u otra manera segura.

Eres tú... [Richard Ramírez]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora