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El silencio se formó en la habitación, ninguno de los dos hablaba.

Yo mantenía mi vista en el suelo, mientras que él tenía su mirada fija en mí.

-¿Que pasa cielo?- Preguntó sereno y con tranquilidad.

Su tono de voz me dio escalofríos.

-Eres él...- Susurré sin mirarlo.

-¿Quién, amor? ¿Soy quién?-

-The Night Stalker-

Mi mirada subió a la suya.

Toda la casa quedó en silencio.

-¿Vas a matarme?- Pregunté seria.

-No lo sé... ¿Llamaras a la policía?- Me devolvió la pregunta.

No solté ni una sola respuesta.

Richard levantó levemente su mano y la alzó al nivel de mi rostro.
De manera delicada y lenta pasó un mechón de pelo detrás de mi oreja.

Lagrimas empezaron a salir.

-No llores nena, no llores- Habló tranquilo mientras me miraba y me daba un leve pico.

Yo no se lo devolví, no hice ningún movimiento.

-No te asustes, no te haré nada, yo te amo- Afirmó mientras elevaba sus comisuras.

-Ya te lo dije, estarás a salvo conmigo, jamás te mataré, estaremos juntos siempre- Sonrió mientras se levantaba y extendía su mano para que yo repitiera su acción.

Presa del miedo le di mi mano y me levanté.

Sus brazos rodearon mi cuerpo.

-Yo sé que no llamaras a la policía, porque sé que me amas y que jamás me harías algo así... pero si por tu mente pasa el querer llamar a la policía, déjame decirte que estaré decepcionado contigo, porque realmente no me amabas lo suficiente- Finalizó separándose y agarrando mis mejillas suavemente.

-¿Porque?- Pregunté entre sollozos.

-No lo sé, pero tienes que prometerme que me quieres y que no llamaras a la policía-

Me quedé unos minutos callada.

-Ya veo lo mucho que me querías, di la vida por ti, me arriesgué a que me pillaran, alquilé esta casa para los dos, te cuide y te di mi corazón, te lo di sabiendo que nadie tenía ni siquiera una mínima parte de conocer a mi yo verdadero, a mi yo capaz de amar a alguien, y aún así... no me quieres y vas a dejar que me lleve la policía-

Sus palabras me rompieron.

-No, yo te amo, te amo y mucho- Afirmé.

-No lo parece- Habló dándose la vuelta y acercándose a la puerta del cuarto.

Yo agarré su mano y lo paré.

-Richard, te juro que no llamaré a la policía, lo juro, lo juro- Lloriqueé.

-¿Lo harás por mi?- Preguntó serio.

-Lo que sea-

Él me abrazó y el día pasó, no salí, me quedé en casa.

Al día siguiente me vestí para ir a la casa de mi mejor amiga.

-¿Donde vas, nena?-

Aún sabiendo que a mí no me haría nada, su tono era escalofriante desde el punto de vista que tenia ahora.

-Voy a ver a Roxy- Expliqué tranquila.

-Ya sabes en lo que quedamos, ¿no?- Habló acercándose.

-Sí mi amor-

Él besó mis labios y me dejó ir.

Cuando llegué a casa de Roxy nos pusimos a hablar de cosas triviales.

-Yle, te noto rara, ¿te pasa algo?- Preguntó preocupada.

-Si te digo algo, no se lo dirás a nadie- Afirmé.

-Sabes que nuestros secretos se llevan a la tumba- Respondió.

Cuando se lo expliqué se quedó callada.

-Voy a llamar a la policía- Rápidamente se levantó y fue hacia el teléfono fijo.

-¡No!- La interrumpí gritando.

-¿No te das cuenta o qué? ¡Te ha manipulado emocionalmente! ¡ES UN PUTO PSICÓPATA SIN REMORDIMIENTOS- Gritó.

-¡No! Él me abrió su corazón- Me interrumpió.

-¡¿QUE CORAZÓN NI QUE MIERDAS, YLENIA?! ¡ES UN PSICÓPATA, ESOS NO TIENEN CORAZÓN! ¡ERES IMBÉCIL!- Gritaba histérica.

-No me insultes- Reproché.

-¡¿CÓMO NO QUIERES QUE TE INSULTE YLENIA GARCIA RUÍZ?! ¡¿CÓMO?! ES UN MONSTRUO Y TU COMO TONTA, AHÍ, SIN LLAMAR A LA POLI-

-¡No llames a la policía!- Supliqué.

Ella quedó callada unos segundos, lo pensó y luego aceptó.

Me fui a casa tranquila, Roxy no llamaría a la policía y seguiría teniendo el corazón de Richard, aunque luego me paraba a pensar en los crímenes que cometía...

Roxy tenía razón, pero yo lo amaba.

Eres tú... [Richard Ramírez]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora