comienzo.

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Sasha

19 de enero, 2024

miraba los segundos en el reloj una y otra vez, jugaba con una lapicera mientras pensaba y trataba de concentrarme en la computadora y mi librito de notas. pero la pelota retumbando en la pared no me dejaba.

salgo de la habitación y camino hasta la sala, lo veo de espaldas dándole pases a la pared, la pelota iba y venia en el piso, termino de brazos cruzados.

— estoy tratando de trabajar, Exequiel. —digo llamando su atención.

— estoy aburrido, perdona. —me hace hombritos y me mira.

— anda afuera, la casa es grande.

chasquea la lengua y yo levante una ceja.

— esta lloviendo afuera y después te quejas porque entro con barro. —se cruza de brazos él ahora.

— hace lo que quieras entonces. —ruedo mis ojos y vuelvo a mirarlo de manera fria.—, pero necesito terminar el proyecto.

hace hombritos nuevamente y yo salgo de ahi, vuelvo a mi oficina y me quedo sentada mirando la computadora, mirando los diseños que tenía. mi mirada se desvia a mi anillo de manera fría, sin ninguna emoción lo miraba.

el cuerpo de mi marido se hace presente en mi oficina, estaba sin remera y con un short de Boca, tenía una toalla rodeando su cuello, parecía que se iba a bañar.

— ¿por qué no golpeas? —lo miré sacándome las gafas.

— porque estaba abierto capaz. —se apoya en el marco de la puerta.—, te vengo a recordar la cena que tenemos esta noche.

— cena que es tus compañeros. —me apoyo en mi escritorio y lo miro.—, anda, no hay ningún problema.

— todos llevan a su mujeres Sasha, van a pensar que estamos peleados no se, sos mi esposa, acompáñame. —me mira algo molesto.—, yo te acompaño a todas tus boludeces.

— ay cállate ¿querés? anda a bañarte mejor, ya veré si voy o no. tengo mucho trabajo que hacer.

me mira por ultima vez y yo vuelvo a mi computadora, pero cuando se da vuelta no puedo evitar mirarle la espalda bastante trabajada que tenía.

veo que se da vuelta y yo mire la ventana rápidamente, encontrándome con las gotas cayendo de esta, odiaba los días de lluvia, algunos los amaban, otros no, pero para mí era lo peor.

termino de detallar algunas cosas de mi trabajo y voy hacia mi habitación, empecé a llenar la bañadera mientras me desmaquillaba, me saque la camisa quedando en corpiño.

me meto a bañar y me quedo un rato largo ahi, pensando, tratando de entender tantas cosas. no hay un pensamiento fijo, tampoco un recuerdo en especial, pasaban tantas cosas por mi cabeza, que ni yo sabia lo que sentía.

con una bata cubriendo mi cuerpo estaba secándome el pelo, tenía una hora para arreglarme y ir a la casa del compañero de Exequiel. empece a hidratar mi cara para maquillarme, ponia musica, mejor dicho Taylor, no había mejor cosa.
termino de maquillarme y me hice unas ondas en el pelo, la única manera de ocultar mi tristeza era arreglándome y fingir que estaba todo bien.

no te vayas; Exequiel ZeballosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora