Sasha
Zeballos sin decirme nada me pasa por al lado y sube a la habitación, me toque el estomago angustiada mientras aguantaba las lagrimas, mas de las que ya tenia bajando por mis mejillas.
me senté tratando de calmarme y muchas cosas pasaban por mi cabeza, recuerdos, momentos en los cuales había sido realmente feliz con Exequiel, y ahora nos tratábamos asi.
subi a la habitación y me doy cuenta que Zeballos estaba acostado de espaldas, me acoste también, miré el techo y ese recuerdo en especial se me vino a la mente.
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12 de marzo, 2020.
📍 Buenos Aires, Argentina.
cuarenta por 15 días.
eso decían todos los noticieros de la ciudad de Buenos Aires, había un virus circulando por todo el mundo, bastante fuerte la vida.
yo justo había venido unos días a visitar al changuito, mi novio, se suponía que me tenía que ir mañana, volverme a Santiago Del Estero.
— amor, ¿viste las redes? —viene el chango a la habitación, justo estaba preparando mis valijas yo.
— si las vi, ¿cómo que por quince días se cierra todo? mañana tenía que volver al colegio. —lo miro preocupada.
— se ve que es algo gebi, cómo para que cierren todo.
me acerque a mi novio y este me dio un abrazo, la situación en el mundo no se veía para nada buena... pero si el presidente dice que es solamente por 15 días, habrá que hacerle caso.
dejo de preparar mis cosas y me quede acostada con mi novio hermoso, estamos saliendo hace un año oficialmente, pero desde que empezamos a estar juntos, son dos.
— mejor igual, yo no quería que te vayas, vamos a estar mas días juntitos. —me acaricia la cintura.
— nunca estuvimos conviviendo tanto igual. —me reí y le doy un beso.—, Sera una prueba para ver como nos llevamos.
— si convivimos bien, yo ya estoy para el casamiento eh. –me guiña el ojo.—, Casamiento, un mini changuito y muchos animalitos.
— paraaa, hasta con hijos nos imaginaste. –lo mire con ternura.—, ¿me ves siendo la madre de tus hijos?
— Sasha, hoy te lo digo. –agarra mi mentón y me mira a los ojos.—, Nosotros nos vamos a casar y vamos a tener hijos, yo no voy a parar hasta verte entrando por una iglesia.
— te amo mi amor, vos sos mi changuito, sos mi todo. —lo llene de besos.
nos quedamos mimoseando mientras seguíamos charlando de nuestro futuro, porque nos encantaba planear nuestra vida juntos, yo amaba escuchar como me incluía en todos sus planes. estaba realmente enamorada.
el chango se quedo dormido en mi pecho y con su mano en mi panza, yo le hacía mimos en la cabeza mientras miraba una serie, de vez en cuando lo miraba a él y era imposible no pensar que estaba con alguien hermoso.
— te amo mi gordito. —le susurré al oído.—, Sos el amor de mi vida.
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