𝒮𝒶𝓈𝒽𝒶
doy vueltas en la cama sin poder dormir, Exequiel desde que se había ido temprano no volvía y en parte me preocupaba.
aunque después me acordaba de la discusión que habíamos. me levante con cero ganas, pero tenia que trabajar y otra cosa no me quedaba. tenia que ponerle ganas y onda.
me bañe mientras escuchaba música y trataba de levantar mi animo, hoy venían unas modelos de mi marca para hacer prueba de las cosas que se venian, tenia que estar lo mejor posible.
después de arreglarme un poco, maquillarme y demás cosas. me sente a tomar mates mientras comia un pedacito de torta, aunque me empalago demasiado rápido.
— ya llegué Luis, chau. —habla Exequiel por teléfono mientras entraba a la casa.
rápidamente alce mi mirada para claramente encontrarme con él, estaba con la misma ropa que se había ido ayer.
— ¿no fuiste a entrenar? —le pregunté alzando una ceja.
— no, por algo estoy acá. —me dice abriendo la heladera para sacar agua.
— bueno. —suspire.—, ¿qué excusa pusiste?
— que estaba en trámites de divorcio. —sonríe y yo trato de hacer como si nada.—, ¿hay algo para el dolor de cabeza? se me parte.
— hubieras dicho que no fuiste porque te mamaste, no me uses de excusa a mi. —me levante, ya me había puesto idiota.
— ¿qué te hace pensar que me mame? no flashees Sasha, y tampoco pongas ese tonito de superioridad que no tengo ganas de fumarte.
— decile a tu cara que no te mamaste. —digo saliendo de la cocina.—, va a venir gente de mi trabajo y necesito la casa sola.
— no te preocupes igual eh. —sale atrás mio y yo suspire.—, que en pocos días vas a tener la casa para vos sola, ya me estoy buscando algo.
— ¿qué? —dije inconscientemente, no me la esperaba.
— me voy a bañar mejor.
exequiel sube las escaleras y yo quede con un vacio enorme en el pecho pero trato de disimularla, tampoco me podía permitir volver a sentirme mal por él, por suficiente pase ya.
me quedé mirando mis últimos diseños, estaba en mi oficina, estresada por todo lo que se venía. tenia un montón de cosas en la cabeza.
abri el cajón para sacar una carpeta y ahi estaban los papeles de divorcio, lo quede mirando, y se me paso por la cabeza si era correcto o no ocultárselo a Exequiel, después mi vista va a al sillón y imágenes de lo que había pasado ahí vienen a mi cabeza.
— dios Sasha, tenés que concentrarte. —me digo a mi misma mientras me agarraba la cabeza.—, deja de pensar en él, ya está.
— holiis. —entra Raquel a la oficina, junto a Brian.
— ¿quien los dejo pasar? —me levante sorprendida.—, me colgue un montón, disculpen.
— tu marido nos dejo pasar. —sonríe Brian dándome un corto abrazo.—, salía de bañarse recién. —hace ojitos y yo me reí.
