Esteban se sentía abrumado.
Decir que se odiaba así mismo era poco, deseaba estar muerto para no tener que pasar por esto, para que la carga de sus actos dejara de perseguirlo como su sombra.
Habían pasado días desde que encontraron el diario de Francisco, días enteros desde que recibió esa horrible llamada que le seguía dando escalofríos hasta su columna dorsal.
El grito al final de la llamada se reproducía seguido en su mente, en sus sueños, en su día a día.
Sumándole, a que su tonto abogado, Enzo, no tenía ni la más mínima molestia en hablarle, ni siquiera para preguntarle cómo se encontraba.
¿Por qué?
Esteban trato de pensar, de imaginar una respuesta a sus dudas ante esta horrible incertidumbre.
Trato de imaginar que todo estaba bien.
Algo que solo existiría en su cabeza.
⭐️
Francisco era perfecto.
Su piel era pálida, y que con el más mínimo contacto violento le quedaba una marca rojiza al instante.
Le gustaba tenerlo para el, le gustaba verlo rogar, verlo a su disposición, hacerle saber que era suyo y siempre sería así.
Le gustaba como su voz se rompía cuando era rudo con el al momento de tomarlo, como lagrimeaban sus verdes ojos por la sobre estimulación.
Le gustaba todo de el, desde sus rizos dorados hasta sus labios rosáceos.
Excepto una cosa.
Francisco tenía tal vez, muchos pensamientos obsesivos, pensamientos ruines, difíciles de comprender, era alguien que muchas veces se dañaba a sí mismo y por consecuencia a todos los que quería.
Eso incluía a Esteban.
Tal vez, y solo tal vez, es la razón por la que Esteban se adelantó y lo hizo antes.
Pero se le pasó la mano, mucho.
Y no se detuvo hasta hacerlo sangrar, hasta verlo llorar, y destruirse así mismo para no hacerlo por su cuenta.
La última vez que estuvieron juntos, Francisco durmió cómodamente en su pecho, había descubierto años atrás que era su lugar favorito para rendirse ante el sueño, que a pesar de todo, ahí estaba seguro y sentía paz. Una paz genuina y muy real.
Esteban le acariciaba la cabeza, le susurraba que lo amaba, que era su mundo, que quería tener sus hijos con el, amarlo hasta donde le permitiese.
Francisco solo soltaba suspiros, suaves y tenues, que expresaban su calma y amor, la que tanto añoraba de el.
Fue una lástima, que solo días después de aquella hermosa velada, Esteban hizo que la historia de amor acabara, de la forma más abrupta y cruel en la que lo hizo.
Porque todo lo que Esteban ama lo termina destruyendo, y Francisco se deja destruir por aquellos que lo aman.
⭐️
Francisco estaba petrificado, ¿por que el mejor amigo de su ex novio quería tomar su caso? No, eso era imposible, le sonaba más a un plan con maña que a una ayuda sincera.
Se volteo y salió de ahí casi huyendo, no le importaba nada más que irse, salir de ahí y olvidarse de todo, se negaba a estar un rato más ahí.
Pero entonces, sintió una fuerte mano en su cintura.
¿A donde vas? —Dijo el pelinegro detrás de el, medía casi 20 centímetros más, era musculoso y su agarre estaba lejos de ser gentil. — Hey, todo esta bien, de verdad deseo ayudarte.— le susurro al oído, aún Francisco sin voltear a mirarlo. —
ESTÁS LEYENDO
9' Monday
Mystery / ThrillerEl 1 de enero de 2023, Francisco Romero de 23 años desaparece de la nada, Esteban Kukuriczka, es el principal sospechoso.