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Aemond y Daeron salieron al patio donde estaba su madre con un hermoso vestido verde, pero su rostro estaba sombrío, los príncipes vestían un traje verde pero con capa roja a juego, a Aemond le gustaba vestirse a juego con su único hermano desde que Daeron volvió de Oldtow un mes después del accidente, el alfa jamás se quejo.

Alicent miro a sus hijos con una sonrisa, se veian  hermosos, por una vez Aemond había dejado de lado sus trajes de cuero y vestía una tunica ya que no le gustaban los vestidos, su cabello está decorada por una diadema de esmeraldas que resaltaba su cabello blanco, Alicent se sintió orgullosa por lo hermoso que era su hijo, aunque tuvo que tragarse el nudo en su garganta al ver el parche negro manchando el hermoso rostro de su hijo, Aemond jamás dejo ver su horrible cicatriz, siempre la cubrió y cuando no lo hacía jamás abandonaba sus habitaciones, Alicent quiso acercarse, pero en ese momento se escucharon los pasos de cabellos señalando la llegada de sus invitados, Alicent se enderezó y su rostro se convirtió en una máscara carente de emociones, mientras el carruaje entraba y se detenía frente a ellos

—La princesa heredera Rhaenyra con su consorte el príncipe Daemon Targaryen y su familia— después de eso los mencionados bajaron del carruaje — el principe Aegon Targaryen y la princesa Helaena— al escuchar eso la respiración de Alicent se cortó mientras veía a sus hijos bajando del carruaje, los dos vistiendo negro y rojo, su hijo había crecido, se había vuelto mas grande, no gordo, desde lejos se podia ver que estaba en forma, a su lado estaba su hija, Alicent quería llorar al verla feliz, su pequeña tenia una sonrisa mientras portaba una corona de flores en su cabeza resaltando su largo cabello que estab trenzado hacia atrás, su vestido rojo hacia juego con sus joyas.

Alicent los miro fijamente ignorando a todos los demás hasta que alguien se aclaro la garganta obligándola a aparta la mirada de sus hijos

—Su majestad— Rhaenyra asintió

—Princesa— la voz de Alicent carecía de emociones — bienvenida, estás en tu casa— Alicent miro a todos pero desvío rápidamente la mirada hacía Rhaenyra — como siempre, sin duda el rey estará ansioso por tu visita—

—¿Solo el rey?— hablo Daemon con una sonrisa calculadora

—Por supuesto que no principe Daemon— la reina lo miro con frialdad — apuesto que todos en la fortaleza desde sirvientes hasta importantes señores estarán felices de recibir a la princesa heredera, incluso estoy segura que las putas de los burdeles en la calle de seda ya están clamando tu presencia desde que se enteraron de tu visita— el patio se quedó en silencio absoluto mientras el principe y la reina se miraban con desafío

—Mi reina— Criston Cole se acercó y susurro algo al oído de la reina, la cual solo asintió

—Lamento no poder acompañarlos pero tengo cosas de las que ocuparme—

—Entiendo su majestad— Rhaenyra asintió con una sonrisa la cual Alicent no correspondió pero asintió.

Después de eso la reina se fue dejando un ambiente aún más tenso cuando Aemond y Daeron miraron a los recién llegados.

—Hermanos— Helaena dio un paso adelante con Aegon del cual se seguía sostenido. Daeron los miro pero antes de que pudiera decir algo Aemond hablo.

—Princesa Helaena— reconoció el Omega con un asentimiento — príncipe Aegon— el nombre fue dicho con algo de asco, algo de lo que todos se dieron cuenta, Aegon se estremeció como si lo hubieran golpeado.

—¿Así es como reciben a sus hermanos que no han visto en años muchachos?— Daemon los miro con el seño fruncido.

—Lamento que no saltemos y besemos el piso por dónde pisan príncipe Daemon— Daeron miro a su tío fijamente.

—Daeron— Aemond hablo llamando la atención de todos — quiero volar— Daeron sonrió.

—Por supuesto hermano— Daeron sonrió en dirección al Omega antes de volverse a su familia con la expresión fría de nuevo si nos disculpan estoy seguro que encontrarán los caminos a sus habitaciones— sin esperar respuesta el Omega y el alfa siguieron adelante sin dirigirles una Miranda mientras subían a un carruaje.

Todos se quedaron en silencio un segundo antes de que Rhaenyra se aclara la garganta.

—Vamos, ya podremos hablar con ellos después— todos la siguieron pero Aegon se quedó atrás mirando por último vez donde habían estado sus hermanos sintiendo una presión fuerte en su pecho.

Estaba jodido.

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Amo hacer a un Aemond resentido con todos porque en mi opinión tiene todo el derecho a estarlo, aclaro que la relación de Aegon y Aemond será difícil aquí, mi bebé merece solo lo mejor y tendrán sus altibajos pero esperemos que todo resulte bien para ellos, siendo honesta cuando empecé la historia quería algo sin drama político, incluso pensaba dejar que Rhaenyra fuera reina pero una idea llegó a mi cabeza así que todavía. I se muy bien el rumbo de la historia pero espero que les guste

Cómo siempre me encantaría saber sus opiniones

Los quiero

Perdón si hay errores

Bye

AMARGURA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora