Rhaenyra suspiro mientras se sentaba frente al espejo, detrás de ella Daemon miraba por la ventana
—Hay que hablar con Aegon— Daemon miro a su esposa, Rhaenyra nego
—No ahora, acaba de perder a su segunda hija Daemon lo más importante para él en este momento es Aemond—
—Ese es el problema, Aemond está inestable y odia al mundo y más nosotros, debemos asegurarnos de que Aegon le haga entender de que no somos una amenaza para él— Rhaenyra lo miro con incredulidad
—Por tus acciones prácticamente los casaron a la fuerza, obviamente no te va a ver con buenos ojos, Alicent todavía desconfía debemos ser pacientes— Daemon suspiro con frustración pero sabía que su esposa tenía razón
—Debemos tener cuidado— el alfa miro a su pareja — Viserys está frágil y con esa la situación en el reino también, debemos estar listos— Rhaenyra sintió que sus ojos se llevaban de lágrimas pero asintió
Debían ser fuertes y más ahora que la paz del reino estaba en riesgo gracias a las tensiones entre la corona y la fé de los siete
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Alicent suspiro mientras salía de la habitación del rey, siempre estaba presente mientras se le administraba algún medicamento, incluso ahora que estaba ignorado activamente a su esposo todavía estaba ahí porque era su deber
Al llegar a sus habitaciones suspiro y empezó a cambiarse, al estar desnuda se miro en su espejo y sonrió con tristeza al notar como todo había cambiado, atrás dejo a la niña dulce que leía en el jardín con Rhaenyra, atrás dejo sus sueños de encontrar un apuesto caballero que la cortejara con flores y poemas, todo esto quedó en el pasado
Ahora solo queda el deber
Era la reina, dió al reino 4 hermosos y sanos príncipes, cumplió con su papel, alguien pensaría que después de todo lo que pasó por fin podría descansar, pero eso estaba lejos de ser verdad, todavía tenía deberes cumplir, debía cuidar a sus hijos, debía protegerlos hasta que el reino estuviera bien, debía guiar el reino en esos momentos difíciles por la salud del rey y debía estar preparada para lo que viene en el futuro, todo eso le aterraba, la sucesión, el supuesto ascenso de Rhaenyra el trono, la tension con la fe, todo era tan frágil, hace unas semanas estaban en paz, pero ahora en cualquier momento ella sabia que eso podía desaparecer dejando una guerrera, una guerra que desestabilizaria al reino y que pondría en risego a su familia, eso era lo que la reina mas temia, que alguien lastimara a sus hijos
Después de unos momentos la reina se alejo del espejo y se colocó una bata para acercarse a la ventana, donde con suspiro tembloroso miro al cielo por un momento antes de cerrar los ojos y rezar, pero no por ella, sino por el bienestar de sus hijos
De todos sus hijos
Para ella el reino podía arder en el infierno, Rhaenyra y Viserys también, incluso ella misma, todos podían arder eso no le importaba, ella solo quería que sus hijos estuvieran bien y por las perdidas que había sufrido su Aemond eso no sería fácil, pero ella se encargaria de que todos fueran felices sin importar lo que tenga que hacer, ya no importaba nada, ya no le quedaba nada, ni su padre, ni amigos o aliados, ahora solo eran ella y sus hijos, y ella se encargarian de qj6e fueran felices incluso si tiene que dar la vida para ello
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Aegon se despertó al sentir un movimiento a su lado, el alfa rápidamente se sentó para ver a su esposo dandole la espalda sentado en la orilla de la cama
—Mi luna— susurro con cuidado
—Perdon— Aemond no lo miro pero Aegon sabía que estaba llorando por su voz —no quería despertarte—
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AMARGURA
FanfictionAemond Targaryen siempre soño con el día en que él y su hermano pudieran estar juntos, desde pequeño supo que él y Aegon estaban destinados a estar juntos Y Aegon también lo sabía, es por que se habían prometido siempre estar juntos, para así ser f...