AMARGURA

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Aegon suspiro mientras bebia su vino mirado de reojo a su prometido, desde que llegó Aemond se habían empeñado en ignorar a todos incluso al rey, pero Aegon no podía decir que eso le haya molestado al anciano, ha estado muy ocupado adorando a su hija, Aegon miro a todos en el salón y volvió a suspirar al ver las parejas en el salón bailando y riendo, se supone que este sería un día felíz, está comprometido, se va a casar con el amor de su vida, a él y a su alfa le encantaría pasar está noche bailando y riendo con el que sería su Omega, pero lamentablemente el aroma de su Omega estaba agrio y espeso solo los que estaban en la mesa lo notaban, pero Aegon no podía dejar de pensar en eso y en como la persona que ama ahora es miserable

A él se le informo la noticia del compromiso al día siguiente de la enfermedad de la reina y después de que el rey los dejara ir y se dirigió inmediatamente donde su tío, basta decir que el principe pícaro se veía sorprendido por el uso de su lenguaje, pero Aegon no se disculpo, toda la situación solo llevo a que Aemond los resintiera aún mas y como si las cosas no pudieran ser peor la salud de la reina todavia era frágil, lo que significaba que mientras ellos estaban de fiesta y celebrando, su madre seguía enferma en cama lo que hacia que el humor de Aemond como el de Daeron fueran mas sombríos

—Aemond— Aegon se giro para poder ver al omega a los ojos, pero antes de que pudiera decir algo más otra voz lo interrumpió

—Mi príncipe— Aegon se giro y pudo reconocer al señor que estaba frente a ellos, era un Baratheon, Aegon lo reconoció como el hermano de Lord borros

—Señor— Aegon sonrió mientras asentía en reconocimiento, el alfa se veía algo ebrio, se notaba por su hablado el cual era algo arrastrado

—Permítame felicitarlo por su compromiso— Aegon volvió a sonreír — aunque sin duda es algo lamentable— Aegon frunció el ceño

—¿Disculpe?—

—Bueno— el alfa lo miro con una sonrisa —después de que se corrió la voz de que el primogénito varón del rey habia rechazado el compromiso con el principe Lucerys todas las casas importantes estuvieron en espera de una audiencia para elegir a su pareja, sin duda el príncipe Lucerys era un omega perfecto con una gran herencia, incluso mi sobrina, la heredera de mi hermano, Cassandra, esperaba tener una oportunidad con usted pero ahora — el hombre miro a Aemond el cual estaba rígido a su lado — es una lastima que un gran alfa de la casa Targaryen este en esta situación—

—¿En que situación exactamente mi señor?— Aemond lo miro fijamente mientras su aroma se volvía más agrio, Aegon sintió que su alfa gruñía por el olor de su Omega, y las siguientes palabras solo hicieron que las cosas empeorarán

—Oh vamos, el señor se acercó sin notar que todos los estaban mirando gracias al aroma, incluso el rey se giro— todos saben aquí que cualquier Omega sería mejor que tú, no tienes nada que ofrecer, estás desfigurado y se dice que una gran locura corre por tus venas Omega, sin duda es por eso que la reina no está aqui— al acabar se escuchó un jadeo y Aegon se levantó listo para golpear al beta frente a el pero alguien se le adelantó

Daeron sin dudarlo se lanzo hacia el hombre y los dos rodaron por las pequeñas escaleras, todos se levantaron, pero antes de que alguien lo pudiera separarlos Daeron fue retirado de encima del hombre al cual ya había golpeado, las manos de alfa estaban llenas de sangre

Aemond arrojo a su hermano a un lado y sin dudarlo le dió una patada a la cabeza del alfa, todos se quedaron congelados al escuchar un crujido, Aemond se agachó y azotó la cabeza del beta contra el suelo, sus manos de llenaron de sangre segundo después el Omega se detuvo y al levantarse miro directamente al rey

—Espero que como su exelencia ha demostrado ser una gran defensor de su primogénita y su familia esa consideración se extienda al resto de su familia, después de lo que dijeron de mi y de la reina— Aemond no parpadeo mientras miraba a su padre — su esposa por si no lo recuerda majestad— después de eso el Omega salió y cuando las puertas se cerraron, se desató el infierno