AMARGURA

12

Aegon entro con cuidado a la habitación e hizo una señal para que los dejarán, cuando todos se fueron el alfa se acercó lentamente a la esquina de la habitación

—Mi amor— el alfa miro a su Omega y sus ganas de llorar solo aumentaron al ver a su esposo en el suelo con la sangre a su alrededor mientras sostenía un bulto

—Era una niña— la voz del Omega era hueca — ¿te la imaginas Egg? Una perfecta combinación de ambos— el Omega abrazo más fuerte el bulto que está quieto

—Si mi luna— Aegon se acercó hasta poder tomar el bulto, Aemond se resistió un poco pero al final cedió — sería hermosa, como su madre— de repente la expresión del Omega cambio y si rostro quedó inexpresivo

—Pero ella no existe— el único ojo del Omega se fijó en su esposo — ella no está, me la arrebatarom cuando ni si quiera había nacido, el maestro dijo que igualmente jamas hubiera sobrevivido, era demasido pequeña, fue un milagro que se supiera qie hibiera sido una niña—

—Aem...— el Omega trato de levantarse pero al intentarlo solo logro doblarse por el dolor, Aegon lo atrapó — mi amor— el alfa lo abrazo mientras el omega se demoronaba

—Ya no puedo hacer esto— el Omega agarro la ropa de su esposo con fuerza —¿que hice para merecer esto?—

—Nada mi amor, no hiciste nada— Aegon no supo en qué momento dejo que todo su dolor y frustración salieran pero no le importo, el alfa se encargó de abrazar a su esposo y a la que hubiera sido su hija, su niña, pero ahora solo era un cadáver frío que jamás podría crecer como merecía, la pareja se quedó ahí en el suelo abrazando lo que en algún momento y lo que de pronto en otra vida sería su hija, la cual si los dioses fueran benevolentes con ellos sería su segunda hija

Pero los dioses son crueles

Eso es algo que la pareja entendió cuando perdieron su primer bebé, un hermoso niño que estaba casi perfecto y que casi se lleva a Aemond junto con el, les tomo un año entero volver a intentarlo y aunque el Omega no lo admitiera Aegon supo que una parte de su hermano se fue con el primer bebé y los dos sabían que después de la segunda perdida un parte de su alma morirá también con su pequeña, así como lo hizo con su pequeño

Exactamente una hora después el resto de la familia llegó y frente a ellos vieron un escena desagarradora, Alicent miro con ojos llenos de lágrimas y horror como su pequeño bebé preparaba el cuerpo de su hija fallecida con la ayuda de su esposo, los dos tenían una expresión vacía mientras envolvían el pequeño cuerpecito en telas, pero todos notaron sus ojos irritados e hinchados, todos guardaron silencio y lentamente salieron de la habitación entendiendo que la pareja necesitaba estar a solas en este momento y por mas que matara a Alicent en este momento ella sabía que Aemond necesitaba espació, su hijo después de su primera perdida se volvió mas retraído de lo normal y eso mataba a la reina por dentro porque sabia que nada de lo que hiciera o dijera le daría paz a su hijo, su paz le fue arrancada junto con su primer hijo y ahora la reina no podía imaginar como esta segunda perdida afectaria a su hijo.

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—Dracarys— todos vieron como las llamas doradas envolvía el pequeño altar donde descansaba una pequeña sábana, todos miraron en silencio como la pareja del frente miraba todo sin emociones

Aemond miro como el fuego consumía el cuerpo de su bebé y por un segundo cerro los ojos mientras una única lágrima caía de su ojo, a su lado pudo sentir a Aegon acercándose y tomarlo de la mano, el Omega la apretó tratando de darle consuelo a su pareja pues los dos habían perdido a su bebé

Después de unos minutos mirando las cenizas Aemond se acercó y tocó el altar sin importar lo caliente que estuviera, y el omega dijo algo en voz baja que nadie escucho excepto su esposo el cual lo abrazo desde atrás, después de unos segundos el Omega se enderezó y se soltó de los brazos de su esposo antes de dársela vuelta e irse sin mirar a nadie, Aegon lo vio irse pero no hizo nada para detenerlo por el contrario el alfa volvio a mirar donde estaban las cenizas de su hija y con lentitud cayo de rodillas mientras sollozaba sin importsr que lo vieran