AMARGURA

19

—No— Alicent nego Daemon suspiro frustrado

—Alicent debemos enviar dragones—

—Aegon a penas se está recuperando, Aemond todavía debe guardar reposo por el parto, Tessarion ni si quiera se puede considerar un dragón adulto, ninguno está en posición de luchar—

—Mi reina— Rhaenyra se acercó tratando de calmar la situación

—¿Y que tal tus hijos sin duda Jacaerys es una opción razonable?— la reina la interrumpió

—Es mi heredero—

—¿Y que?— Alicent la miro —los mejores reyes Targaryen fueron guerreros, lucharon por el reino y por su posición, tal vez incluso tu deberías ir princesa, Syrax es una dragona adulta ella con Caraxes y Meleys sin duda serán una fuerza imparable y así fortalecerias tu reclamo—la princesa miro a la reina con asombro, pero antes de pensar en una excusa su esposo se adelanto

—No podemos arriesgar a la heredera—

—Pero si pueden arriesgar a mis hijos?— la reina declaró con veneno —¿solo porque son unos segundos hijos sin importancia?, ¿solo porque son repuestos no necesarios?— el salón se quedó en silencio —si quieren que mis hijos vayan a la guerra los suyos también irán, no perderé a mis bebés solo porque ustedes y Viserys piensen que son carne de cañón— después de decir eso Alicent dejo la habitación furiosa mientras caminaba hacía a sus habitaciones

—Hay que hacerla entrar en razón— Rhaenyra asintió ante su esposo —es más fácil mandar a segundos hijos sin nada que perder que a la rama principal de la familia real—

La pareja sigo hablando sobre lo que deberían hacer con completa libertad sin tenis a ser escuchado

Lo que nos sabían es que Aegon escucho todo desde uno de los pasillos secretos de la fortaleza, el alfa tenía la mandíbula apretada y su aroma era espeso y armango al escuchar como sería más fácil que el y sus hermanos fueran a la guerra ya que no son de real importancia para la familia

El alfa después de eso se fue mientras sentía su irá incrementar

A los lejos se escuchó un rugido, algo estremecedor que solo significaba una cosa

Traición

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—Lykiri byka zaldrīzes— Aemond paseaba a Maelor mientras Aelys dormía pacíficamente después de ser alimentado, el Omega miro a su segundo bebé con devoción —tu padre no debe tardar aunque no debería caminar tanto tan pronto ¿no lo crees?— Maelor miró a su madre con sus grandes ojos y soltó una risita que Aemond acompaño —si es muy molesto a veces— en ese momento Aegon entro en la habitación —mira mi amor Maelor...— Aemond se detuvo al ver a su esposo llorando —¿alfa?, ¿Aegon que paso?— El alfa no dijo nada solo cayó de rodillas frente a su Omega

—Perdóname, perdóname mi amor— Aegon sollozaba, Aemond no sabía que hacer y el aroma de alfa angustiado estaba molestando a sus bebés, así que con cuidado el Omega dejo a Maelor en su cuna junto a su hermano y abrió una ventana para ventilar la habitación para luego volver junto a su esposo y caer frente a el

—Mi amor tranquilo— el Omega dejo salir su aroma suavemente trantando de calmar a su esposo —está bien tranquilo— Aegon abrazo a su Omega como si fuera un salvavidas —estás bien, estoy bien estamos bien—

—No— el alfa nego —nunca estaremos bien— Aemond el Omega lo vio con duda

—¿Que paso?— el Omega acarició los cabellos blancos de su esposo, Aegon respiro hondo antes de hablar concentradose en esas caricias