𝟖. Lirios

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⋆ ˚。⋆୨୧˚ 𝐌𝐈𝐄𝐍𝐓𝐑𝐀𝐒 𝐋𝐈𝐋𝐘 caminaba a través de las puertas del edificio en el que estaba su oficina, pensaba en como la paz de la mañana, reinada por los cálidos rayos de sol y los pajaritos cantando, estaba a punto de quebrarse en tan so...

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⋆ ˚。⋆୨୧˚ 𝐌𝐈𝐄𝐍𝐓𝐑𝐀𝐒 𝐋𝐈𝐋𝐘 caminaba a través de las puertas del edificio en el que estaba su oficina, pensaba en como la paz de la mañana, reinada por los cálidos rayos de sol y los pajaritos cantando, estaba a punto de quebrarse en tan solo un par de minutos.

El invierno se estaba acabando, de a poco, y comenzaba a darle el paso a la primavera. El ambiente se sentía de alguna forma más ligero aquella mañana, quizás por el hecho de que era el día de San Valentín. Lily tenía el presentimiento de que sería un buen día.

La pelirroja entró en la oficina al mismo tiempo que un repartidor con un gran ramo de rosas rojas en sus manos. Mientras dejaba su abrigo, Pam se paró para leer la tarjeta.

-Phyllis -dijo.

-¿Podrías firmar aquí? -le pidió el repartidor mientras Phyllis se levantaba a buscar sus rosas.

-Feliz San Valentín, Pam -la saludó Lily, apoyándose en el mostrador de recepción.

-Feliz San Valentín -respondió la recepcionista con una sonrisa y un suspiro. La pelirroja se dio cuenta de su decepción.

-¿Qué pasa? El día es largo, aún hay tiempo para que Roy envíe algo.

-Si, estamos tratando de ahorrar. Para la boda. Me prometió que no gastaría mucho, así que...

-Bueno, una simple flor alcanzaría, ¿no? Al menos tienes a alguien con quién pasar el día...

-Si, es cierto...

-¡Pam! Tu amas Nueva York, ¿no es cierto? -preguntó Michael, que de repente salió de su oficina, haciendo referencia a las típicas remeras.- ¿Quieres que te traiga algo?

-Lo que quieras -le respondió Pam.

-Bien, así será. ¿Lily?

-Estoy bien, gracias.

-Sabes, el mejor regalo sería que hagas un buen trabajo frente al nuevo director de finanzas -comentó Oscar.

Michael se iba a Nueva York a hacer una presentación sobre la sucursal ante el nuevo presidente de finanzas, y dejaría a Dwight a cargo. Aunque parecía más emocionado por volver a ver a Jan, la mujer del corporativo con la que había tenido una... pequeña aventura, que por dar la presentación.

-Oh, lo haré genial -respondió el gerente-. ¿Yo en Nueva York? Ohh, esa ciudad me pertenece. ¡Nos vemos!




-𝐍𝐎 𝐒𝐀𝐋𝐆𝐎 con nadie ahora mismo, por lo que no tendré que preocuparme por San Valentín este año -comentó Jim frente a la camara-. Invité a varios amigos a mí casa, jugaremos a las cartas y ganaré mucho dinero, porque son unos idiotas. Así que será genial.




𝐋𝐀 𝐌𝐀𝐍̃𝐀𝐍𝐀 de San Valentín fue bastante satisfactoria para varios empleados; Dwight había recibido un muñeco cabezón de el mismo, Phyllis seguía recibiendo regalos de Bob Vance, y Kelly tenía una historia emocionante que contarles a todos.

THE MOMENT I KNEW ↝ jim halpertDonde viven las historias. Descúbrelo ahora