Solo un sueño fue suficiente para desestabilizar el corazón de Max, y darse cuenta que tal vez, Bradley le afectaba más de lo que estaba dispuesto admitir.
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𝐄𝐧𝐜𝐨𝐧𝐭𝐫𝐚𝐫𝐚́𝐬:
- Ortografía acepta...
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02.'Cause I wanna touch you, baby, l wanna feel you too.
—Max.
Bradley y yo nos encontramos en medio de una discusión acalorada.
—¡No soporto verte cerca de él! —exclamó Bradley, su voz cargada de ira y quizás frustración.
Me sorprendí por la intensidad de la reacción de Bradley, traté de calmarlo.
—¿De qué estás hablando? No hay nada entre nosotros, es solo un amigo.
Pero Bradley no parecía dispuesto a escuchar razones. Se acercó aún más, hasta que nuestros rostros estaban a centímetros de distancia.
—No quiero que estés con él, Max. Solo quiero que estés conmigo —murmuró, su aliento cálido rozando mi piel.
Antes de que pudiera responder, Bradley me tomó por la camiseta y me atrajo hacia él, sus labios chocando con los míos en un beso ardiente y desesperado. La pasión en el beso hizo que yo me sintiera abrumado.
A pesar del calor del momento, una sensación de confusión y angustia se apoderó de mí mientras me dejaba llevar por el beso de Bradley. Aunque mi cuerpo respondía al contacto, mi mente estaba llena de dudas y preguntas sin respuesta sobre lo que realmente estaba sucediendo.
Sentí cómo mi cuerpo ardía cuando las manos de Bradley se deslizaron debajo de mi camiseta, enviando una corriente eléctrica de placer por todo mi ser. Cada roce era como fuego contra mi piel, y no pude evitar temblar ante la intensidad del contacto.
Cuando sus manos llegaron a mi entrepierna, el calor se intensificó, y me sentí abrumado por una ola de deseo que me inundó por completo. Un gemido escapó de mis labios involuntariamente, revelando lo mucho que estaba afectando a mi cuerpo su toque.
Bradley pareció darse cuenta del efecto que tenía en mí, y su mano encontró el borde de mi pantalón, deslizándose atrevidamente hacia mi intimidad. El contacto fue como una descarga eléctrica, y no pude contener otro gemido ante la sensación abrumadora de placer que me invadió.
En ese momento, me sentí atrapado en un torbellino de emociones contradictorias. Por un lado, mi cuerpo anhelaba entregarse completamente al placer que Bradley me estaba ofreciendo. Pero por otro lado, mi mente estaba llena de confusión y dudas, preguntándome qué significaba todo esto y hacia dónde nos llevaría.
Era un territorio desconocido para mí, y me sentía perdido en medio de la tormenta de sensaciones y emociones que me embargaban.
—Brad... Bradley —susurré con la voz agitada, tratando de encontrar la claridad en medio del torbellino de sensaciones que me invadía—. No hagas esto.
—Pero te gusta —respondió Bradley con seguridad, su voz ronca cargada de deseo.
—Yo no... —intenté protestar, pero mis palabras se desvanecieron en un gemido cuando su mano encontró un punto sensible en mi cuerpo, enviando ondas de placer a través de mí.
