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Sentía como mi piel se erizaba, pero no quería abrir mis ojos para ver qué lo provocaba, estaba cómoda, tranquila, hace mucho tiempo que no me sentía así, sin preocupaciones, sin tener en mi mente que haré la próxima hora, pero todo eso tiene que acabar, tengo que abrir mis ojos y continuar con mi rutina.

Abrí de a poco mis ojos, al sentir la luz del sol que entraba por la ventana, provoco que los volviera a cerrar mientras llevaba mi mano sobre ellos para refregarlos y poder así acostumbrar mis ojos a la luz del día.

Ella estaba viéndome, en su rostro estaba esa sonrisa que la caracterizaba, al verla sonreí acordándome como habíamos estado toda la noche entre besos sin pensar en los demás, solo ella y yo. Su mano fue a mi mejilla, con su pulgar me daba suaves caricias erizándome la piel, mientras su mirada chocaba con la mía, para luego bajar a mis labios.

- me erizas la piel Bec- susurré, ella se acercó más a mí poniendo su frente sobre la mía.

- lo sé, mientras dormías te acaricié y se erizaba - sonrió - buenos días - reí un poco bajo.

- buenos días - observe cada facción de ella, pase mi mano por su cabello notando que aún tenía pequeñas ondas - me gusta verte con tu cabello suelto - ella se separó de mí, tomando su cabello, a punto de atárselo en una coleta - no lo hagas.

-está todo revoltoso, no quiero que me veas así.

-te vez hermosa Bec, me gusta tu cabello así - tome su mano logrando que suelte su cabello.

-gracias - volvió a recostar su cabeza sobre la almohada - deberíamos almorzar.

- ¿almorzar? ¿Qué hora es?

-pasado del mediodía - al escuchar eso me levante de la cama y busque mi celular en mi bolsillo - ¿pasa algo? - alce mi mirada, ella estaba arrodillada en la cama mirándome preocupada, baje la mirada para ver la hora.

- debo irme al hotel, en un rato tengo un vuelo, debo volver a New York.

-¿no te quedarás? - envié un mensaje a Nam, guarde mi celular y me acerque a Becky.

- debo volver, además no será bueno que me quede, de seguro tu novio vendrá y por lo que he notado, a ese chico no le caigo bien.

-no vendrá.

-¿cómo lo sabes? - ella se levantó de la cama, comencé a seguirla.

- termine con él - sus palabras parecían frías, como si no le importara haber termino con su ex novio con el cual estuvo meses.

- puedes detenerte, estamos hablando.

-vamos a la cocina, quiero tomar algo - siguió caminando mientras yo seguía sus pasos. Al entrar a la cocina ella tomó un vaso de su mueble y abrió el refrigerador, vi como se sirvió agua - anoche cuando terminé mi presentación, discutí con él - tomo un sorbo de agua mientras se acercaba a mí - yo no quería ir a la fiesta, quería ir contigo - aparto su mirada de la mía - pero él tenía otros planes, quería pasar la noche conmigo y luego hacer el amor.

- continúa.

-le dije que no, fui sincera con él, le admití que ya no sentía lo mismo por él y que debimos terminar, pero se puso un poco violento ...

- ¿te hizo algo?, ¿se atrevió a tocarte? - Becky negó.

- no me hizo nada, cuando él se fue Irin había entrado diciéndome que te vio y que estabas con tus asistentes, así fue como me contacté con ellas y me escabullí a tu auto a esperarte.

- no sé qué decir.

-no tienes que decir nada - senti sus labios rozar en menos de un segundo los míos, pero fueron suficientes para desear más besos de ella.

-ven a New York conmigo - sus ojos se abrieron, su expresión era de total sorpresa.

-tengo presentaciones, además debo seguir grabando mi álbum.

- solo nueve días, si aún quieres estar conmigo cuando terminen esos nueve días, vendré a Los Ángeles contigo.

- oferta tentadora - su mano fue a mi mejilla, me atrajo hacia ella capturando mis labios con los suyos.

Una sesión de besos dulces y lentos estaba pasando en este momento, no debe ser normal perderme tanto en un beso, es como si ahora solo dependiera de los ricos besos de Bec. Se alejó de a poco mientras dejaba sobre mis labios varios besos cortos.

-está bien, iré, después de todo no tengo nada que perder.

Puede que tú no pierdas nada, pero yo perderé todo y ese todo eres tú.

-¡¡¡oye!!!

- perdón - susurré - ¿qué decías?

-ayúdame a hacer la maleta y vámonos.

- si quieres llevar a Irin no hay problema.

-¿Irin?, le diré si quiere ir, pero ahora hagamos la maleta, mientras reservo una habitación en New York también.

-para nada, puedes quedarte en mi departamento, es bastante grande.

- quieres pasar tiempo conmigo - asentí, ella tomó mi mano haciendo que la acompañe a su cuarto - bien, entonces apresurémonos no nos queda mucho tiempo, quiero ir en un vuelo contigo.

- no te preocupes por eso, iremos en el jet de mi tía.

30 dias para enamorarla-FreenbeclyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora