❥ Mariposas en el estómago

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21 septiembre, 6:45 a.m.

Otro nuevo día comenzaba en la ciudad de Seúl y a primera hora de la mañana los pájaros cantaban y el sol salía poco a poco.

Yoo Ji-min acababa de despertarse. Hizo su rutina diaria, ducharse, vestirse, desayunar y salir de casa de camino al instituto. A lo largo del proceso, no pudo parar de pensar en Min-jeong, ¿qué iba a decirle? Tenía que disculparse, pero no sabía cómo.

En situaciones como esta, solía hablar con Duri, su mejor amiga, pero esta siempre le diría lo mismo: “No pierdas tu tiempo en gente así Jimin”. Muchos le decían que era una mala influencia, y una pequeña parte de Yoo Ji-min lo sabía, pero prefería ignorarlo.

Años atrás, Yoo Ji-min no tenía amigos, pero Duri la acogió. Fue la primera amiga que tuvo y por ello tiene miedo a perderla.

Hace 3 años:

– “Hoy he estado en clase con Duri, ¡es muy amable!” – decía una niña entusiasmada.

– “Duri me ha defendido de unos matones.” – explicaba aliviada la niña

– “Unas chicas querían hablar conmigo, pero Duri dijo que eran una mala influencia. Me alegra que se preocupe por mí.”

Duri esto, Duri lo otro, siempre Duri.

– “Jimin, ¿tienes más amigos aparte de Duri?” – preguntó Wendy, sentada en el sofá de la sala de estar, cansada de escucharla hablar de la chica esa.

– “Sí, ¿por?”

– “Nombra dos amigos tuyos.”

La niña tardó diez segundos en responder, que aunque no lo parezca, es mucho.

– “Yeol y Sun.”

– “¿Alguna vez has quedado con ellos? ¿Hablado por mensaje? ¿Alguna vez habéis entablado una conversación de más de diez minutos?”

– No… – respondió Yoo Ji-min dudosa – Duri dice que todos son malos para mí, pero nos podemos juntar con ellos porque son lindos, aunque yo no los veo tan atractivos.”

Actualidad

Yoo Ji-min caminaba hacia el instituto, rememorando recuerdos, recuerdos que siempre intenta ignorar.
Estaba sumergida en sus propios pensamientos que cuando llegó a la puerta principal de la escuela, quedaba un minuto para que las clases comenzaran. Nada más ver su reloj, corrió como si su vida dependiera de ello hacia su aula.

Desafortunadamente, cuando llegó a la puerta, el aula estaba cerrada y desde la ventana de la puerta se podía ver a la profesora ya dentro. Avergonzada, tocó la puerta un par de veces y un compañero le abrió la puerta, al estar al lado de esta.

– ¿Se puede?

– Se puede llegar más temprano. Tome asiento señorita.

El resto de la clase siguió perdida en sus pensamientos, ideando como hablar con Min-jeong. Pensó en seguir el consejo de Wendy, aunque le diera coraje tener que hacerlo.

“A la hora del descanso, me acercaré para hablar con ella, e iré directa al grano.”

– ¡Señorita Ji-min! – exclamó la profesora, exaltando a la mencionada.

– ¿Qué ocurre profesora?

– ¿Cómo que “qué ocurre”? Te he llamado la atención tres veces ya, le veo un poco dispersa hoy alumna, será mejor que espabile.

Toda la clase se rió por lo bajo. Yoo Ji-min simplemente se retorcía en su silla, hundiéndose cada vez más en ella, ahogando su vergüenza y deseando que la tragara la tierra. Podía sentir muchas miradas sobre ella, lo cual no ayudaba.

「 ✦ Sus ojos ✦ 」- WINRINA (aespa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora