En un aquel sótano tenebroso y sin ventanas, el aire estaba impregnado con el olor a humedad y polvo.
Los jadeos lastimosos y los sollozos del joven de piel porcelana resonaban en la penumbra, mientras sus ojos rojos e hinchados reflejaban el dolor y la desesperación que sentía. Sus labios, lastimados y magullados, eran evidencia de las mordidas que había recibido de manos de su supuesto "amigo".
La poca luz que había venido de una sola bombilla colgada del techo, que proyectaba sombras misteriosas en las paredes descascaradas. Sunghoon estaba sentado en una silla de madera, con las manos y los pies atados firmemente con cuerdas, lo que ocasionaba que sus muñecas tanto sus tobillos quedaran lastimados provocandole un dolor terrible.
Asustado y desconcertado, Sunghoon no tenía idea de qué le depararía el futuro a manos de Heeseung. Su respiración se volvía cada vez más entrecortada y su corazón latía aceleradamente, mientras trataba desesperadamente de mantener la calma en ese lugar oscuro y solitario.
Habia conocido a Heeseung en una cafetería, con aquel piercing en el labio y uno en la oreja, el cabello totalmente de color azulino, a primera vista le había parecido amable, ya que al ir a recoger su café se choco con el ocasionando que el vaso le cayera encima de su camiseta favorita, el peliazul al ver lo que había pasado no dudo en ayudarlo y prestarle su chaqueta para que se la ponga.
Pero ahora... que estaba atado a una silla y llorando solo, Sunghoon nunca habría imaginado que aquel encuentro accidental en la cafetería desencadenaría una amistad tan prometedora, pero que eventualmente culminaría de una manera tan oscura y peligrosa.
¿Era posible que el mismo chico que lo había ayudado tan amablemente en esa ocasión y que ahora era su amigo lo tuviera secuestrado y atado en un sótano?
La situación era tan inesperada y surrealista que le resultaba difícil creer que estuviera sucediendo de verdad.
Fue inútil cuando empezó a forcejear contra las ataduras; la ira y el miedo lo consumían por dentro.
¿Qué demonios había estado pensando al comenzar una amistad con Lee Heeseung? ¿Cómo había podido ser tan ingenuo y no darse cuenta de las verdaderas intenciones de Heeseung?
Si tan solo se hubiera dado cuenta de lo que hacia Heeseung a sus espaldas, hubiera escuchado los rumores o hubiera prestado más atención a las señales, quizá no estaría atrapado en ese sótano en este momento.
Sunghoon se arrepentía amargamente de haber aceptado a Heeseung como su amigo.
—¿Intentando escapar lindura? sabes que por más intentos que des no podrás salir de aquí, recuerdalo—Hablo Heeseung mirandolo a los ojos directamente, no sabia en que momento habia llegado.
Se arrastró lentamente hacia la silla donde Sunghoon estaba atado, sus ojos brillaban con una mezcla de obsesión y deseo. Se detuvo frente al rostro del pelinegro, levantó una mano y se la pasó por la mejilla.
Sunghoon miró a Lee con ojos llenos de miedo y trató de liberarse de las ataduras, pero fallo. No le quedaba de otra que empezar a rogarle.
—Por favor, H-Heeseung. Déjame ir... esto no está bien... n-no puedes hacerme esto.
—Ya lo sabes mi amor, no hay escapatoria—le contesto con una voz seductora—Siempre has sido mío, y así lo seguirás siendo por el resto de la vida.
El llanto del pelinegro aumento más, anhelaba salir de allí, extrañaba a Jake y a sus amigos. No quería estar con Lee Heeseung por el resto de su vida, lo odiaba con toda su alma.
—Shu... bebé no llores... me duele cada vez que rompes a llorar—acaricio su mejilla con mas fuerza y levanto la otra mano para posarla en su cuello, apretándolo con fuerza—No puedes escapar de mí Sunghoon, te amo demasiado para dejarte ir...
El comienzo de todoo lindxs
a sufrir
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𝐎𝐁𝐒𝐄𝐒𝐒𝐈𝐎𝐍 𝙝𝙚𝙚𝙝𝙤𝙤𝙣 - 𝙟𝙖𝙠𝙚𝙝𝙤𝙤𝙣
Mystery / ThrillerHeeseung se obsesiona con Sunghoon, a pesar que ya tiene novio, Jake. Lo que empezó como una simple atracción se vuelve más oscuro. Tanto como Jake y Heeseung ocultan secretos, y mientras Heeseung intenta acercarse, la relación entre Sunghoon y Jake...