El hijo de mamá [Harco]

5 años

En su fiesta de 5 años, Drave conoció por primera vez a su primo Draco, quien había pasado los primeros 5 años de su vida en Francia, ya que su padre quería que su primer idioma fuese el francés.

La celebración se hizo durante todo el día, en la tarde para todo los invitados y en la noche exclusivamente solo para miembros de su familia. Bellatrix se divirtió como nunca y compartió anécdotas con su hermana Narcissa, quien tenía a su hijo de la misma edad y estaba encantada de hablar de Draco cada que tenía la oportunidad. Rodolphus y Lucius cuidaban a los niños mientras ellas bebían whisky de fuego y tenían unos bocadillos en una zona apartada de todos los demás.

Narcissa se sorprendió por el cambio de su hermana. Antes de que se fuera con su esposo a otro país conocía a la Bellatrix loca y desquiciada por Voldemort, la supremacía de sangre y todas esas mierdas que a ella no le interesan. Pero ahora está completamente enamorada de su hijo, un hijo que es mestizo.

Las mujeres se distrajeron por unas dos horas hasta que dos pequeños llegaron agarrados de las manos hasta su mesa.

—¡Madre, quiero casarme con Draco! — Gritó el pequeño de pelo negro suspendiendo inmediatamente la conversación de las madres. Bellatrix volteó a ver a su hijo perpleja, esperando haber escuchado mal.

—Disculpa, cielo ¿Que dijiste? — Preguntó ella dulcemente.

— Quiero casarme con Draco. — Respondió él inocentemente. —Me gusta mucho, es muy bonito y lo quiero para mí.

Narcissa miró brevemente a su retoño. Quien sostenía firmemente la mano de Draven y miraba hacia otro lado con las mejillas muy rojas. Arqueó una ceja sotisficada con curiosidad. Draco es muy maduro y si pensara que el otro niño está diciendo una tontería, simplemente se lo haría saber. Primera vez que ve a su hijo comportarse de esa manera. Lo más seguro es que Draven también le guste mucho.

Sonrió interesada mientras veía a su hermana discutir con su hijo mientras le decía que no podía simplemente decir que se casaría tan pequeño. Pero pese a toda la oposición, los niños terminaron haciéndose novios a los 5 años después de haberle prometido a sus padres que esperarían a hacer cosas de adultos hasta que sean muy mayores.

Preferiblemente 50 años, según palabras de Lucius Malfoy quien tuvo que resignarse ante la necedes de su hijo de 5 años quien es muy parecido a él y las sonrisitas de su esposa quien estaba encantada con la idea de un amor tan joven, alegando que solo eran niños pequeños y tiernos, no harían nada malo.