Silencio. Dabishiga

Third

Shigaraki se quedo congelado ante las aberrantes palabras de Dabi.
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Se escucho una ruidosa carcajada provenir del chico con grapas en su rostro.
──No seas idiota, obvio que es una broma── escupió con fastidio.
──Aparte... Jamás preñaria a un omega tan asqueroso como tú.──

Esas palabras hicieron eco en la cabeza del omega, no es que le doliera porque vinieran de parte de Dabi, sino que él siempre había sido inseguro con su aspecto físico. Estaba consciente de lo jodidamente asqueroso que era.

──Largo...──
Dabi bufó y con pesadez se paró y se marchó. Quizás iría a ver a otro chico, uno que a comparación de Shigaraki era precioso, uno que tenía unas bellísimas alas, tan majestuosas como él.
Shigaraki intento no pensar tanto en eso debido a que de su cuello salía sangre y manchaba su camiseta blanca. Prefirió ir a buscar su Nintendo para distraerse, así se la paso toda la madrugada, hasta que sus ojos ardieron y se cerraron, una de las pocas veces que podía dormir.

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La mañana empezaba con Kurogiri preparando el desayuno para su amado retoño, aunque era bastante gruñón y tajante. Y también para los subordinados, había preparado Hot cakes, a Shigaraki se lo corto en pedacitos y le puso miel, los otros ya se servirían solos.

──Waaa! ── Bostezo una rubia de ojos de gato. Sentándose a comer mientras Kuroguiri le pasaba unos hot cakes, no era mentira que a Toga también la consentía, quizás porque era una omega al igual que Shigaraki y también que era la menor junto a Shigaraki.
──Buenos días Toga-Chan, buenos dias Kurogiri── saludo el mago mientras se servía.

Así fueron llegando todos, a excepción de dos individuos. Un omega y un alfa, a kuroguiri le importaba poco donde se encontrará Dabi, pero era lo contrario con Shigaraki, él realmente le preocupaba. Como siempre acostumbraba, fue a buscarlo a su habitación y lo trajo a rastras, comió sus hot cakes ya cortados y se dirigió a resguardarse en su habitación.

──Oye Kuroguiri... ¿Podemos hablar?, en privado. ── Dijo Mr. Compress
Kuroguiri asintió y ambos se alejaron del lugar donde estaban los demás.
──¿Qué sucede? ── preguntó Kuroguiri con cierto interés.
──Es sobre Shigaraki, ya sabes... Él siempre ha sido espontáneo sin embargo. Cuando tu no estuviste, él actuó muy a la defensiva contra dabi. ──Qué dices... ──
──Habla con él. No me incumbe pero temo que Dabi le haya echo algo. ──
Compress abandono el lugar dejando pensativo a Kuroguiri, ya tendrá tiempo para hablar con su retoño.

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Shigaraki alzaba su camisa frente al espejo que tenía en su habitación, viéndose en todas las perspectivas posibles. Él no se percibía tan mal.
Hace mucho tiempo no habían enfrentamientos de Villanos contra Héroes, esto debido a que los Villanos estaban siendo investigados y era mejor mantenerse bajo las sombras.

Miraba a su alrededor, su cama, su computadora y demás cosas. Pronto las voces en su cabeza empezaron a carcomerlo, cansado de esos pensamientos, tomo su chaqueta y se escabulló, daría una caminata nocturna, eso necesitaba.
──Mierda... Habrá alguien más? ──
Maldijo debido a que en un callejón donde acostumbraba a pasar se escuchan ruidos.
Se asomo un poco y pudo observar algo que le revolvió el estómago y le apretó el corazón.
Dabi se estaba follando al Heroe No.2, Hawks. Un lindo beta.
Shigaraki rápidamente se escondió esperando no hacer sido visto por Dabi o peor, por aquel heroe. Su caminata seria otro día así que regreso a la guarida.
──Pero si esta más jodido que yo, se lo tiene que cojer en un callejón porque no tiene para un motel── Shigaraki se reía solo mientras pensaba en lo ridículo que podía llegar a ser Dabi. Al llegar a su habitación se encerró. Entrar ahí era empezar de nuevo con los pensamientos malos. Bueno, tampoco esque Shigaraki tenga pensamientos buenos o positivos.
De pronto empezó a compararse... Con Hawks, no sentía nada por Dabi, de eso estaba seguro. Pero no podía evitar compararse con el heroe.

>>Su piel estaba más cuidada que la de él. <<

>> Él no tenía cicatrices por todo su rostro<<

>> Él tenía una buena imagen física<<

─Carajo... Es mil veces mejor que yo.
Solo pienso ridiculeces──

Se acostó en su cama y se hizo bola con sus mantas, extrañaba mucho el calor corporal ajeno, él siempre estaba frío.

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Un fuerte estruendo lo alertó. Temía lo peor.