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Cinco meses.

Despierto lentamente, siento mis ojos pesados, tengo que parpadear varias veces para poder abrirlos sin dificultad, con un gran bostezo me estiro en la cómoda cama y me siento.

Miró a mi alrededor, todo en orden, todo en su lugar, cosa hecha por Gonzalo, desde que mi amigo se instalo en mi casa, las cosas habían cambiado muchísimo, entre todas esas, el estar vigilado.

Gonzalo no me dejaba de vigilar, de seguirme, de controlar cada cosa que hacía, cosa que me estaba estresaba demasiado pero muy dentro de mi le agradecía el acompañarme en estos días duros.

Mis ojos se posan en una foto que me había dado Gonzalo una semana después de su regreso a Los Santos, era una foto mía con Freddy, la única que tengo de ti Freddy.

Suspiro, anoche soñé contigo, una vez más, soñé que otra vez pude verte, corrí hacía a ti y te abrace fuerte.

Acaricio la foto con suavidad, las ganas de tenerte a mi lado aumentaron, desde que volví a recordar tu rostro, supe que ya no tenía vuelta atrás, que ya no podía sacarte de mi mente.

Todos mis amigos me dicen que debo olvidarte, que pierdo mi tiempo, pero no entienden que el tiempo sin ti ya no corre, así que no, lo siento por sus preocupaciones. Pero estaba condenado a vivir en esta agonía.

Por parte de Gonzalo solo me había dicho que tuviera paciencia, cada vez que preguntaba por ti su respuesta era la misma, ¿paciencia para que?.

Solo quiero regresar a los días en donde todo era genial, cuando tu y yo estábamos juntos,  aún si a veces me sentía solo y triste, reía y lloraba mucho, podía estar contigo, tus abrazos eran mi lugar seguro.

Los dulces recuerdos aún permanecen en mi y rompen mi corazón.
Se que el tuyo no esta conmigo, el tiempo entre nosotros no sirve de nada.

¿Porqué olvidaste las razones para estar aquí?

¿Porqué dejaste las palabras que quería decirte?

¿Dónde quedaron las promesas que nos hicimos?
Desaparecieron con el tiempo, con nuestra ruptura cayeron como piezas de dominó.

Me levanto de la cama, guardo la debajo de la almohada y me dirijo al baño a darme una ducha.

Mis días no solían ser variados, al contrario, se había vuelto una rutina totalmente aburrida, no salía de casa, me dedicaba a estar sentado en el sillón mirando la tele o escuchando música.

Muy rara vez salía a distraerme por ahí, pero claro, cuando lo hacía, tenia a Gonzalo a mi lado y lo que era un plan para tomar aire fresco, se convertía en una discusión sin sentido con mi amigo.

Llego a la cocina ya vestido, y me encuentro con el desayuno pronto, no lo como, Gonzalo a pesar de saber que yo no estaba comiendo, seguía preparando cada comida del día.
Y es que si, por más que quisiera tragar aunque sea algún pedazo de algo, la garganta se me cerraba.

Estuve una semana hospitalizado por esto, ya que había bajado demasiado de peso, pero Castro no pudo soportar me mucho más y me dio el alta ignorando las quejas de Conway.

Gz:¿A donde vas tete?.- escuchó la voz de mi amigo cuando estoy por abrir la puerta de la casa.
Me giro con mi mejor cara de fastidio.

G:A la playa, necesito estar sólo, ¿me entiendes? SOLO.- no es que odiara la compañía de mi amigo, pero este llegaba a ser muy tóxico si se lo proponía. Cuando veo que va a reclamar me lo interrumpo.- No haré nada pesado de los cojones, déjame solo de una puta vez.- lo veo dudar.

Gz:Si me prometes que me llamaras a la mínima cosa te dejo.- esta preocupado, lo sé, pero simplemente quiero estar solo y respirar aire puro.

G:Lo prometo.- suspira y me deja ir, se lo agradezco con la mirada.

Mi mirada no se apartaba de la bella vista del mar, el ruido de las olas chocando contra la arena cuando llegaba a la orilla era tranquilizante de oír, me ofrecían la paz que mi cabeza pedía a gritos.

El viento soplaba con fuerza a estas horas de la mañana, de tarde el sol salía a brillar intentando abrazar a la ciudad pero aún habían nubes que se lo prohibía, pero este cambio de clima era señal de que se acercaba la primavera a la ciudad.

Pero, ¿la primavera llegará a mi? Esas hermosas flores, ¿florecerán en mi una vez más?

Agarro mi celular, mis dedos se mueven hasta que cierto contacto se mostró en la pantalla.

Hace meses que dejé de intentar llamarte, y se que seguramente pienses que no quiero buscarte, que al parecer ya estoy bien y pude olvidarte.

Eh buscado la excusa perfecta para que sepas que aún vivo, que aún existo, que te estoy esperando, pero fue tu decisión irte y debo respetarla.

Por eso no intenté buscarte más, porque tus motivos tendrás para desaparecer así, pero no tenias que dejarme de esa manera, sin explicación.

Incluso si me hubieras dicho que te esperara hasta que regresaras lo haría, y lo hago incluso sin habérmelo pedido.

Es una estupidez, porque no hay nada que me afirme que regresarás, no hay una señal, nada.
Y yo se que no valgo la pena para que regreses, no soy nada.

Pero tu eres todo para mi Freddy, así que regresa y sálvame, necesito que me salves porque me estoy apagando, me estoy rindiendo a vivir.

Vuelve y rescatame de este sufrimiento.

Recuerdos //FREDDYTABO//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora