Recuerdos //FREDDYTABO//

7

Seis meses.

Mi decisión está tomada, ya no hay nada que hacer, nada que esperar, no hay nada porque vivir.

Subo al ascensor del hospital y en el gigante espejo, saludo a mi reflejo demacrado, es incómodo encontrarme con mis propios ojos en el espejo, apoyo unas de mis manos en el cristal, ¿cuanto tiempo eh estado así de miserable?

Aparto mi mirada, no puedo verme reflejado de esa manera, ese no soy yo, ese no es Gustabo, ese es solo un desgraciado que fue abandonado como siempre.

Apreto fuertemente el botón para ir a planta baja, tengo apuro en salir de aquí, tengo unos pocos minutos para que se den cuenta que no estoy en la sala acostado y enchufado a muchos cables.

Logro escaparme sin dificultad, y hoy la suerte está a mi lado, ya que apenas salir por la puerta encuentro un taxi libre, me subo y le doy la dirección a donde quiero ir a terminar con todo.

Y aquí estoy nuevamente, en la playa que tanto había visitado, el único lugar donde podía despejarme del caos que era mi vida.

Me descalzo y camino lentamente hacia el mar, miles de recuerdos empiezan a aparecer en mi mente, cuando conocí a Horacio, Horacio y yo de adolescentes metiéndonos en problemas, cuando llegamos a la isla, cuando conocí a Segismundo y al resto de la Mafia Sexy, cuando conocí a Conway, nuestra primer joyería, cuando fuimos parquimetro andantes, a Emilio, cuando ingresé a la policía, a mi aconsejando a Horacio a confesarse a Volkov, cuando enloqueci, mi primera vez en la cárcel, cuando fui Fred y cuando en el tequilala conocí a Freddy.

Salí de mis recuerdos cuando mis pies fueron mojados por el agua.
Si estaba fría o tibia no podría decirlo, mi cuerpo no siente nada.
Antes de dar mi siguiente paso mi celular suena, se quien es, así que contesto.

Gz:Gustabo!! ¿Dónde estás?.- pregunto exaltado mi único amigo.

G:Ya no puedo seguir más con esta mierda Gonzalito.- hablo con la voz quebradiza.- Voy a terminar con esto de una vez.- salté sorprendido cuando una pequeña ola mojo un poco más arriba de mis rodillas. Suspiré, supongo que Gonzalo habrá escuchado el ruido del mar.

Gz:No lo hagas Gus, no nos hagas esto, no a mi amigo.- sonrío, después de meses sonrío, aunque mi sonrisa viene acompañada con lagrimas.- Gustabo por favor.- la voz de Gonzalito se escuchaba agitada, supongo que ya venía en camino.

G:Fue un gusto conocerte Gonzalo, muchas gracias por todo.- doy un paso, mis pies ya se encontraban bajo el agua.- Si lo vez.- suspiro.- Si lo vez dile que lo amo.- y sin esperar respuesta corte la llamada y tire el celular al agua.

Miro el atardecer, un hermoso paisaje, doy unos pasos más hasta que el agua me llega a los muslos.
Los recuerdos nuevamente aparecen en mi cabeza.

En el hospital, cuando conocí a Castro y a Gonzalo, mi reencuentro con Conway y Freddy, las risas en los patrullajes junto a Isidoro, los coqueteos con el comisario, la definitiva prueba de ADN, mi primer beso con Freddy, nuestra primera vez, la primer cita de muchas, cuando lo oficializamos, los celos, las bromas, todo hasta llegar a ese mdito día.

Mis lágrimas no paran, y no tienen intención de querer hacerlo, ¿que más da? Sigo avanzando, mi cuerpo cada vez más es cubierto por el agua que me recibe con gusto.

Empiezo a escuchar voces gritando mi nombre, se que son Gonzalo y Conway, están muy lejos pero los escucho.

Cuando solo falta hundir mi cabeza bajo el cálido mar cristalino, no se si fue imaginación mía, pero escucho esa voz que tanto extrañe, que tanto necesité todos estos meses, la voz que me hacía suspirar incluso en sueños. Me río, lo último que escucharé de su voz es aquel tierno apodo que me puso, Tabito.

Sin aguantar la respiración, hundo en mi cabeza hacia la cálida y abrazadora bienvenida del mar, mis pulmones empiezan llenarse de agua, no siento dolor ni desesperación, me hundo y en cuanto más bajo, subo mi mirada por última vez, el cielo ya oscureció ya no puedo ver nada, siento como pierdo la consciencia, y un último recuerdo viene a mi, Freddy y yo, prometiendonos ser eternos.

Siento levemente como soy sujetado por una mano, pero ya es tarde.