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Abrí mis ojos, lo primero que veo es a mi madre en
la puerta intentando conciliar el sueño tras haber cuidado de mi toda la noche. Moribunda, camina hacia su propia habitación, con los ojos rojos llenos de lágrimas los cuales demuestran una gran cantidad de estrés y agobio.
Escuchaba levemente los ronquidos de mi padre en la otra habitación, tras trabajar todo el día se ha sentado a ver la televisión y a culpar a mi madre de mi mal comportamiento. Mi madre se ha esforzado en mantener la casa levemente limpia, sin Embargo, es demasiado vaga por lo cual es la razón por la que ha llamado a mi abuela a hacer la mayor parte del trabajo. Es una mujer amable, y con gran temperamento, mi abuela siempre fue una gran persona y la cabeza de mi familia. A comparación de mi madre y mi padre, el ejemplo que me daba mi abuela era mucho mejor. Mi padre solía hablarme de ciencia y que debía ser un genio, mi madre solía evitarme y golpearme cada vez que tenía la oportunidad, mi abuela me enseñaba a cocinar, barrer, limpiar y las cosas básicas que me enseñaban en primera clase de escuela.
Con insomnio tras ver a mi madre irse a la cama con tal cara, me puse a pensar en el por qué decidieron tenerme. Su vida era relativamente buena hasta mi llegada, donde la casa comenzó a convertirse lentamente en un manicomio donde dos locos se peleaban por cual era el mejor.
Si nunca hubiera nacido, mis padres hubieran tenido mejor vida? O su futuro ya estaba escrito incluso sin mi nacimiento?
Tras un largo tiempo pensando, caí ante mi almohada.

Sombras de la vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora