Sombras de la vida.

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Una mañana más como lo que algunos podrían llamar "tranquila" pero lo sería si no estuviera pensando cada segundo que pasa. Me llena el miedo mientras me pongo la ropa para ir a la escuela.
Nunca fui muy buena en las matemáticas, pero el arte me llenaba de emoción. El pincel pasando suavemente por el lienzo, mientras mi cabeza creaba nuevos patrones en cada movimiento de mi mano, hasta finalmente generar una obra.
Nunca fue suficiente. Debía saber matemáticas, debía usar la parte lógica de mi cerebro si quería hacer sentir orgulloso a mi política madre o a mi ingenioso padre, los cuales, ambos, únicamente tenían en sus cabezas la idea de que su descendencia sea un genio mundialmente conocido. Los estudios extra después de las clases, horas privadas en casa, golpes y gritos eran mi pan de cada día para poder cumplir las expectativas de mi familia.
Crecí sola, rodeada de primos y tíos que estaban tapados en dinero, mientras que mi madre era la única "pobre" de la familia.
El trabajo de economía en un sector político realmente nunca llamó la atención de mi madre, sin Embargo, ella trabajo en ello solamente para arruinar a mi padre más tarde.
Los giros del mundo son muy rápidos, pero lo único que no lo hacía eran las mentes cerradas de mis padres, los cuales, lo único que tenían en común era que querían verme con 7 diplomados y 8 masters a la edad de 17. Ideas inhumanas.
Parti a la escuela, un día como cualquier otro, es un bucle. Clases aburridas de 8h, receso de 50 minutos los dos juntos, almuerzo en la escuela (el cual sabía particularmente horrible).
Mis compañeros no eran la gran cosa, personas que aparentan ser completos idiotas sin pensamiento alguno a cerca de sus vidas o lo que harán en un futuro. Desearía tener sus mentes, en vez de tener que crearme la personalidad de una persona completamente diferente a lo que soy para cumplir las expectativas.
Diplomas en mis paredes, medallas también, diarios sin completar debido a que mi madre esculcaba entre mis cosas para saber cada cosa que hacía y/o pensaba.
No llamaría esta vida un infierno, ya que sería desagradecida. Nunca me faltó la comida, más bien, yo misma la echaba a perder con mis problemas alimenticios.
"La vida es un bucle donde solo se salvan aquellos que van contra el", o eso es lo que había escuchado toda mi vida. Sin Embargo, lo que realmente salva a una persona de este bucle interminable, es usarlo a su favor.