Encounter

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Dedicado a Gaby-737

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La demonio había quedado totalmente anonadada ante el hermoso espejismo, sus ojos no perdían ninguno de los movimientos que hacía aquella desconocida, las ondas del vestido parecían flotar con cada paso, dandole un aspecto mágico a la escena.

Queriendo tener una mejor perspectiva, Charlie fue acercándose lentamente, no quería hacer un movimiento brusco que pudiera asustar a la chica, pero su ensoñación no evitó que terminara pisando algunas ramas, haciendo el ruido suficiente para llamar la atención de la peligris.

Vaggie detuvo sus movimientos en el mismo momento en que el ruido llegó a sus oidos, un leve temor de ser descubierta llegando a ella.

- ¿Hola? - Sus ojos se movían por los rincones oscuros del bosque, pero no veía nada. - ¿Hay alguien ahí? - Otro ruido proveniente de un árbol llamó su atención, acercándose lentamente a él. - ¿Hola?

Charlie tuvo poco y nada de tiempo para reaccionar, inicialmente había pensado en abrir el portal y salir de ahí, pero no quería irse sin saber más de la criatura, cualquier detalle que la ayudara a encontrarla nuevamente.

Sus dudas se convirtieron en un ligero pánico cuando notó que estaba llendo en su dirección, su cerebro solo coordinó el cambiar rápidamente de forma, intentando adaptar una apariencia que no causara ningún tipo de temor en la chica.

Su nuevo tamaño era comparable al de la palma de su mano, Vaggie intentó ver mejor, pero el espacio era muy oscuro para distinguir de lo que se trataba, solo podía ver unos brillantes ojos rojos que la miraban desde el suelo.

Supuso que se trataba de un animalito del bosque, agachándose para estar más cerca de su altura. - Ven pequeño, no tengas miedo. - Extendió su mano en su dirección en un intento de ganar su confianza, poco sabía que ya la tenía completamente hipnotizada. - Te prometo que no te haré daño, déjame verte, ¿Sí? - Si su apariencia ya la había encantado, esa voz había terminado por clavar la flecha en su corazón.

No era aguda e irritante como las que normalmente la rodeaban, más bien era algo grave, pero su tono estaba cargado de dulzura, una melodía tan hermosa como su baile.

- Ow, veo que no quieres salir. - Vaggie había retirado su mano, ya llevaba algunos minutos esperando a que el animalito decidiera salir. - Que lástima, quería ver qué ternurita había tras esos ojitos rojos. - El comentario lo dijo para sí misma, pero los desarrollados oídos de Charlie alcanzaron a escucharlo a la perfección, logrando que el calor se adueñara de sus mejillas.

La demonio finalmente reaccionó al ver a la chica darse la vuelta, comenzando a alejarse del lugar. Ese fue el impulso suficiente para dar algunos saltos hacia la luz, consiguiendo su objetivo al instante, pues la contraria reaccionó al sonido, dedicándole su atención a la ya visible criatura.

Los ojos de Vaggie se inundaron de ternura ante el animalito que había decidido salir de su escondite, arrodillándose de inmediato para poder tomarlo en brazos. - ¡Pero mira que cosita tan hermosa eres!, tan peludito y suavecito... - El ángel estaba a poco de derretirse, el conejito era tan pequeño que todo su cuerpo podía descansar en sus manos. - Mira esa colita esponjosita, ¿De dónde salió una preciosura como tú?

Charlie estaba más que feliz de recibir la atención y caricias de la hermosa chica, la forma en que su colita se meneaba era prueba de ello.

- Aw, mira si eres consentido. - Charlie agitó la cabeza, haciendo que sus orejas golpearan con la mejilla del ángel. - ¿Consentida? - Dejó pequeñas lamidas en la zona golpeada a modo de respuesta. - Vale, ya entendí. - Vaggie dijo en medio de risas, la traviesa lengüita estaba haciéndole cosquillas. Charlie pensó para sí misma que ese sería su nuevo sonido favorito.

Vaggie se acomodó mejor en el césped, dejando a la conejita sobre sus piernas, su dedo se encargaba de dar leves toques sobre su cabeza.

- Eres una cosita muy inteligente, ¿Verdad? - Charlie se inclinó más hacia el tacto. - ¿También estás aquí para los festivales? - Dió un golpe con sus patitas traseras, algo no muy fuerte, no quería arriesgarse a herir de ninguna forma a la chica. - Son maravillosos, ¿Verdad? - Vaggie volvió a reír, su pequeña aventura había resultado mejor de lo que pensó. - Me enteré de ellos hace poco, así que vine a ver si eran tan magníficos como los relatos, ¡Y son mil veces mejor!

La felicidad e inocencia del ángel eran contagiosas, Charlie ni siquiera recordaba que sus garras habían estado cubiertas de sangre hace menos de dos horas, su persona estaba un completo estado de paz y relajación, solo disfrutando de la charla que la misteriosa chica mantenía con ella.

Vaggie soltó un suspiro soñador. - Todo es tan bonito aquí abajo, los humanos alegres, los colores vibrantes, ¡La música! ¿Viste todos esos instrumentos? El sonido que crean es tan vigorizante. - Dichos sonidos aún no habían cesado, el festival seguía afuera del bosque.

El ángel levantó a la conejita, recostandola contra su pecho mientras volvía a ponerse de pie. Dejó que el ritmo volviera a hacerse uno con su cuerpo, guiando cada uno de sus nuevos movimientos en un lento y elegante vaivén.

Charlie estaba encantada, no solo había logrado pasar más tiempo con ella, ahora incluso estaba bailando en sus brazos, este día no podia ser mejor.

- Ah, que melodías más hermosas. - El ángel daba vueltas en su lugar. - Ay, que descuidada, ni siquiera me he presentado y ya ando moviendote por todos lados. - Rió suavemente antes de levantar a la conejita a la altura de su rostro. - Soy Vaggie, un gusto conejita. - Charlie cambió de idea, el día sí podía ser mejor, había conseguido su nombre sin siquiera intentarlo. - y tú, pequeña, ¿Tienes un nombre?

La conejita solo ladeó su cabeza, su nariz moviéndose en anticipación. Iba a ser complicado explicar su nombre en esta forma, prefería dejarlo a decisión de la chica.

- Supongo que no, hmm... - Vaggie puso expresión pensativa, hasta que sus ojos volvieron a iluminarse. - Ah, ¡Ya sé! Te llamarás Bunny.

Charlie lamió la naríz del ángel como forma de expresarle que le había gustado el nombre. Vaggie volvió a reír, siguiendo con su baile hasta que los rayos del sol comenzaron a hacerse presentes.

- ¡Oh no!, es muy tarde. - Vaggie dejó a la confundida conejita en el piso. - Lo siento, Bunny, debo irme o pueden castigarme. - Antes de que cualquier pensamiento pudiera llegar a la mente de Charlie, vió a la chica extender un par de hermosas y blancas alas, un halo igual de pulcro tomando lugar sobre su cabeza. - Espero volver a verte, pequeña, ¡Cuídate! - Vaggie dejó un pequeño beso sobre su cabeza antes de abrir el portal, desapareciendo por él segundos después.

Charlie finalmente pudo conectar los puntos en su cabeza, ya entendía por qué no había podido comparar su belleza con ninguna de las que conocía, su nivel era diferente, se trataba de un ángel, el más hermoso y puro que alguna vez conocería.

Y no solo eso, ¡Había dicho que quería verla de nuevo!

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Lo sé, lo sé, soy muy creativa para los nombres ♪⁠~⁠(⁠´⁠ε⁠`⁠ ⁠) jajajaja ya enserio, no supe qué nombre darle a la Charlie bolita de algodón, así que me fui con la vieja confiable XD

Vaggie soy yo hablando con mi conejita, la pobre ha de pensar que estoy bien loca XD ella nomás existiendo y llega una humana rara a hablarle como bebé jajaja

~ Kath

Dance With Me [Chaggie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora