Betrayal

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- Hey, Vaggie, adivina lo que hizo Emily, no lo... - Lute entró a la habitación del ángel solo para encontrarla alistando el bolsito que siempre llevaba al plano mortal. - ¿Otra vez?

- ¡Lu! ¿Estabas con Emily desde tan temprano? - Vaggie la miró con picardía.

El rostro de la contraria se tornó de un leve dorado, pero no le impidió replicar. - No me cambies el tema, ¿Otra vez irás allí? Es la cuarta vez en dos semanas...

El ángel dejó salir una pequeña risita. - ¿Enserio? No sabía que llevabas la cuenta.

- Si recuerdas que soy yo quien cubre tus escapadas, ¿No? - Alzó una ceja inquisitiva, Vaggie se acercó para abrazarla cariñosamente.

- Por eso eres mi mejor amiga.

- Eso dices, pero parece que ya no me tienes confianza. - Vaggie se alejó un poco para mirarla confundida.

- ¿De qué hablas, Lu? Eres en quien más confío.

- ¿Entonces por qué ya no me cuentas lo que haces allí? Antes llegabas y me tenías despierta toda la noche hablándome de lo maravilloso que era el lugar y sobre la bola de pelos que te visitaba. - Lute se sentó en la cama, Vaggie fue a su lado. - Ahora solo me dices que te divertiste y ya, ¡Ni siquiera sé por qué tienes la urgencia de ir tan seguido!

- ... Creí que te molestaba que hablara siempre de lo mismo, no quería hartarte.

- No lo haces, Vags, sabes que adoro escuchar sobre las cosas que te apasionan. - Ahora fue su turno de acercar a la contraria, pasando un brazo por sus hombros.

- Lo tendré en cuenta, pero no quiero oírte quejándote porque no te dejo dormir después. - Ambas rieron.

- ¿Entonces...? - Vaggie regresó a terminar de preparar su bolsito.

- ¿... Entonces?

- ¿Me dirás qué es lo que te tiene tan atada a ese lugar?

Vaggie se quedó en silencio un momento antes de decidir sus palabras. - Es solo que los festivales han aumentado, y todo es tan bonito. - La miró emocionada. - Cada uno tiene un tema diferente y las decoraciones son tan creativas, todo se llena de color, ¡Y la música! Tantos instrumentos, tantos ritmos, los humanos bailan por todos lados. - Daba vueltas en su sitio mientras le explicaba.

Lute la veía con una ligera sonrisa, esa era la Vaggie que conocía. - Parece que les gusta celebrar bastante.

- ¡Sí! Es una vista tan mágica... - En su mente aparecían los momentos vividos con cierto demonio. - Es realmente maravilloso, aún más teniendo con quién disfrutarlo. - El ángel se perdió en sus pensamientos, una sonrisa boba haciéndose presente en sus labios.

La peli blanca notó este cambio, analizando cuidadosamente sus palabras. - Vaggie... No te estarás relacionando con un humano, ¿Cierto?

El ángel pareció salir de su ensoñación para volver a centrar su atención en la contraria. - ¿Qué? - Lute tenía una mirada preocupada. - Oh, no. No me he acercado a ellos, te dije que sería cuidadosa.

- ¿Estás segura? Sabes que es demasiado peligroso si alguien supiera de nuestra existencia.

- No me han visto, siempre mantengo mi distancia del pueblo. - Dejó un reconfortante apretón en su hombro. - Descuida, no estoy corriendo ningún riesgo. - Regresó a su bolsito y se aseguró de que estuviera bien cerrado, todo estaba listo para esa noche. - Solo tú y Bunny saben de mi presencia. - Un ligera risita se escuchó.

- ... Bien, si tú lo dices... - Lute no estaba muy convencida, sentía que había algo que no le estaba diciendo.

Vaggie hablaba en serio cuando dijo que Lute era de su entera confianza, pero no estaba segura de querer contarle sobre Charlie, por lo menos no aún.

Ella era conciente de la forma en que los demonios eran percibidos en el cielo, especialmente Lute parecía haber generado un extremo rechazo hacia ellos, aunque creía que se debía principalmente al profundo miedo que les tenía, aunque no lo aceptara.

Eso, sumado a la enorme protección que tenía con ella, no quería imaginarse su reacción si le dijera que llevaba meses reuniéndose con la mismísima princesa del infierno, el ser donde todos los siete pecados capitales se veían manifestados.

Aunque Charlie no le había mostrado ese lado en ninguno de los momentos que pasaban juntas, era conciente de que eso también hacía parte de su naturaleza. Ella lo entendía, y sabía perfectamente que Charlie no buscaba lastimarla, pero no creía que Lute fuera tan comprensiva al respecto.

Sin embargo, ese no era el único motivo. El ángel sabía que lo que estaba haciendo no era precisamente permitido por los serafines, así que, en caso de ser descubierta, quería asegurarse de que Lute supiera lo menos posible del asunto, así no la acusarían por traicionar las órdenes del cielo.

Al caer la noche, nuevamente se dirigió al encuentro con la demonio; el aumento de los festivales había sido una pequeña mentira, la realidad era que ambas chicas habían acordado que un mes era demasiado tiempo para poder volver a estar juntas, por lo que decidieron disminuir el tiempo entre cada visita a la Tierra, optando por reunirse dos veces por semana.

Charlie, como siempre, ya se encontraba a la espera de su enamorada en aquel claro en el bosque, un espacio que ya había sido designado como su lugar especial.

Tan pronto como el ángel atravesó el portal, fue recibida por los cálidos brazos de la demonio, un gesto que fue inmediatamente correspondido.

Duraron unos segundos así, hasta separarse ligeramente para poder saludarse como se debe. Encerradas en su burbuja, no se dieron cuenta de que, esta vez, unos impactados ojos las observaban.

Lute no había podido sacarse esa espinita de inseguridad que había quedado luego de su charla con Vaggie, por lo que, discretamente, la siguió, atravesando el portal pocos segundos antes de que se cerrara.

De ese modo, pudo ser testigo de cómo su mejor amiga era aprisionada contra el cuerpo de una desconocida.

El asombro inicial dió paso a un sentimiento de enojo, no podía creer que le hubiera mentido, justo el día que le expresa como se siente con su desconfianza, ella decide ocultarle una verdad tan importante.

¿Desde hace cuanto se reunía con esa extraña? ¿Cuánto tiempo había pasado ocultándole ese hecho? ¿Habían más humanos que supieran de su existencia? Esto podría ponerla en un muy grave peligro y ella lo estaba ignorando deliberadamente.

Sin embargo, su enojo dió un rápido giro, el temor tomó su lugar en la pirámide de sus sentimientos. Ahora que ambas se habían separado del abrazo, Lute pudo ver claramente quien era aquella extraña rubia.

Claro que la reconocía, era imposible no hacerlo. El ser más cruel y despiadado, la responsable de múltiples muertes, no solo en el reino mortal, sino también en el suyo. La princesa del infierno, Charlie Morningstar.

¿Qué hacía Vaggie con un ser tan despreciable? ¿Por qué se veía tan cómoda a su lado? Era imposible que no supiera con quién estaba, tal vez...

¿Y si la había hechizado? Ella era demasiado inocente e ingenua, la demonio debió notarlo y decidió embrujarla.

¿Para qué? ¿Qué planeaba hacer con ella? Cuántas aberraciones podría cometer un ser así con su mejor amiga, cuan lastimada podría salir...

No, no podía dejar que eso pasara, debía liberarla de las garras de ese monstruo.

Así que, con mucho cuidado de no llamar la atención, abrió un portal de regreso al cielo, sus alas volando con máxima rapidez en dirección a la corte celestial.

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Jajajaja things are 'bout to go down :D

Ya llevábamos mucho tiempo de felicidad no? Hora de agitar un poquitín la historia (⁠*⁠❛⁠‿⁠❛⁠)

~ Kath

Dance With Me [Chaggie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora