Bunny?

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- ¿Cómo has estado? - Extrañándote. - ¿Si me has pensado? - Cada minuto de cada día. - ¡Me alegra mucho volver a verte! - Charlie deseaba poder contestar con su voz, no solo en pensamiento, pero no quería asustar a la chica, por lo que se limitó a dejar pequeñas lamidas en su mejilla.

Vaggie reía encantada por las cosquillas que aquella acción le ocasionaban, había estado ansiando volver, ya no solo por el festival, también quería ver a su pequeña y peluda amiguita.

- Awww, me das cosquillas. - Su risa era la más bella música para Charlie. - Yo también te extrañé mucho, Bunny.

Vaggie se levantó con ella en brazos, lentamente se acercó al pueblo para apreciar las decoraciones del lugar, todo estaba muy diferente a la vez anterior, parecía que en cada festival se cambiaba la temática.

- ¡Bunny, mira! Todo es tan bonito... Desearía que las fiestas del cielo fueran así de alegres, allá todo es tan... ¿Simple?... ¿Estricto?... No sé cómo explicarlo, pero todo siempre debe ser tan ordenado, se vuelve aburrido a veces. - Vaggie dejó salir un suspiro.

Charlie no quería ver a su ángel decaído, así que, usando un poco de su magia, hizo que la banda comenzara a tocar.

La atención de la peligris fue inmediatamente cautivada por el sonido. - ¡Empezaron a tocar! - Su alegría había regresado. - Que melodías tan hermosas...

Y, siguiendo los deseos de su cuerpo, el ángel empezó a moverse al ritmo de los instrumentos, la conejita siempre cerca de su pecho para no soltarla por error.

La noche siguió en medio de bailes y caricias a la pequeña criatura, hasta que tuvieron que despedirse por la presencia del sol, está vez dejando en claro que regresaría al mes siguiente para el próximo festival.

Charlie estuvo muy puntual en el bosque cuando el ciclo lunar se completó, Vaggie no había terminado de atravesar el portal cuando la pequeña bolita rubia aterrizó en sus manos.

- Oh, parece que alguien está más consentida que de costumbre. - Dijo riendo.

Charlie iba a moverse en reproche, pero notó una textura diferente en su toque. Bajó la mirada para darse cuenta que una de sus manos estaba vendada.

Vaggie notó el cambio de enfoque en la conejita. - Ah, eso. Fue algo gracioso de hecho, casi caigo por un risco.

Charlie se levantó en sus patitas traseras ante la anécdota, ¿Qué mierda tenía eso de gracioso?

El ángel, en cambio, rió por la reacción. - Lo sé, parece que tengo cierta tendencia a eso, mi amiga siempre me regaña por ser tan imprudente. - Y Charlie le daba toda la razón. - Suele estar pendiente para ayudarme, pero esta vez fue inevitable que mi mano golpeara esa roca, y pues, aquí el resultado. - Dijo levantando su mano herida.

No era mucho lo que Charlie podía hacer al respecto sin dejarse en evidencia, así que solo lamió con cuidado la zona herida, su saliva teniendo un hechizo que la curaría en algunas horas.

- Awww, eres tan tierna. - Vaggie la atrapó en un abrazo. - Sin duda me sentiré mejor ahora. ¡Gracias, Bunny!

La noche siguió su curso, la misma rutina que parecía haberse establecido desde su primer encuentro. Luego su despedida con la promesa de volver al festival siguiente.

Dance With Me [Chaggie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora