«Cap 5»

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~Más tarde...~

Luego de haber llevado a los niños en el coche, y después de un laaaaaaaarrgo silencio incómodo de camino a casa, por fin habían llegado a casa, en donde ya los estaba esperando Mystoria. El cual, fue a recibirlos

Mystoria: Hola, mis niños, ¿cómo les fue hoy? ¿Algo interesante que contar? ─ les preguntó con una sonrisa, pero los más pequeños sólo se miraron con terror. Si su madre se llegaba a enterar de lo que pasó los castigaba toda una eternidad

Milo: Ahh... Y-yo... Ehh... ─ trató de hablar, pero no podia. Le era imposible, y más viendo que hoy su madre se encontraba de buen humor, probablemente si le contaban su buen ánimo se iría a la basura...

Écarlate: Es mejor que entren y se cambien primero, ¿no lo crees? Y ya después cuando se vistan bajan al comedor, y... Te lo cuentan, ¿no? ─ propuso el pelirrojo tratando de salvarles el pellejo

Mystoria: Hmmm... Supongo que tienes razón, entren pues ─ les dijo haciéndose a un lado, permitiéndoles pasar ─ ¿Pero si pasó algo de lo que deba enterarme o no?

Aiacos: Ehh... Primero déjanos cambiarnos mami, después te lo contamos, jejejejej ─ rió con algo de nervios mientras entrada

Mystoria lo miró un poco confundido, ¿por qué estaban actuando tan extraño? ¿Acaso si había pasado algo? Bueno, supuso que después de que los niños se acomodaran hablarían con él y le contarían lo que pasó, si es que algún suceso ocurrió ese día; porque si no, ¿entonces que otra razón habria para que se comportaran así?

~Mientras tanto...~

~Con Milo y Aiacos~

Los dos hermanos ya se encontraban en su habitación, Aiacos estaba terminando de ponerse su camisa, mientras que Milo por otros lado estaba preocupado, puesto que no sabía cómo decirle a su madre lo que había pasado ese día. Aiacos notó esto, así que le preguntó

Aiacos: Oye, ¿qué tienes? ─ le preguntó acercándose

Milo: Es que... No sé cómo le diré a mamá lo que pasó. Además es muy probable que se enoje, y más conmigo, porque estuve hablando con personas que no conocía

Aiacos: Hmmm... De todas formas no es tu culpa del todo ─ aseguró ─ Además, en parte también cometí un error al irme a gritar como loco... ─ añadió

Milo: Puede ser... ¿Crees que mamá se enoje? O aún peor, que nos castigue

Aiacos: No creo que nos castigue, probablemente nos regañe un poco, pero tal vez lo entienda, ¿no? Después de todo, mamá es alguien muy comprensivo

Milo: Tienes razón, será mejor contarle... ─ respondió decidido ─ Oye, antes que nada te quería preguntar algo

Aiacos: ¿Qué pasó?

Milo: Hoy te noté muy desanimado, ¿acaso te pasó algo antes o después de la discusión? ─ cuestionó con curiosidad, esta pregunta le hizo recordar a Aiacos lo ocurrido con Minos, pero ahora no quería hablar de eso

Aiacos: Yo... No, estoy bien. Sólo es el estrés por las tareas, supongo... ─ contestó sin mucho interés, aunque por dentro estaba algo preocupado

𝑈𝑛 𝑎𝑚𝑜𝑟 𝒊𝒎𝒑𝒐𝒔𝒊𝒃𝒍𝒆 (Camus & Milo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora