CAPITULO FINAL; 27. 📸

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Esto no era una cita. Esto no era una cita. Esto no era una cita.

Tal vez si Wonwoo se repitiera esto con bastante frecuencia, las mariposas en su estómago finalmente se marcharían.

Esto no era una cita. Ellos estaban pasando el rato como amigos. Él y Mingyu eran amigos. Esa era la única cosa que ellos podrían ser. No debía –no debería- complicarlo.

El mes pasado ya había sido lo suficientemente raro como era. Había estado plagado de "qué pasaría si", sintiéndose fuera de equilibrio y frustrado consigo mismo. Incluso pasar la Navidad con su familia no lo había estabilizado. Afortunadamente, sus padres parecían ajenos.

Pero Seulgi no había sido tan fácil de engañar. Se había dado cuenta de su estado de ánimo inmediatamente después de su llegada, arrinconándolo en su habitación y obligándolo a derramar todo.

Le había contado todo.

Después que Wonwoo terminó de hablar, su hermana no rodó sus ojos o dijo "te lo dije". En cambio, ella lo miró con cierta tristeza y dijo:

—¿Recuerdas la Navidad que pasamos en casa de tía Joy?

Wonwoo frunció el ceño.

—¿Vagamente? Yo tenía once o doce años, creo.

Seulgi asintió.

—Tía Joy hizo que todos los niños pidieran un deseo de Navidad y lo escribieran en una hoja de papel. Tía Joy se suponía que era tu Santa Secreto, pero terminó pidiéndote hacer otro deseo. ¿Recuerdas cuál fue tu deseo original?

Wonwoo buscó en su memoria, pero estaba en blanco.

—Nope.

Su hermana sonrió, un poco divertida y muy triste.

—Querías un amor épico —Ella se rio en silencio—. Recuerdo burlarme de ti por ser tan niñita —Ella lo miró a los ojos—. Me gustaría que nunca hubieras conocido a Changkyun.

Wonwoo tragó saliva y bajó la mirada hacia sus manos.

—No sé cómo eso es relevante —Cambió de tema y Seulgi lo permitió, pero antes que ella dejara su habitación, lo abrazó fuerte, de una forma en que no se habían abrazado en años, y dijo en voz baja:

—No permitas que un error del pasado o el miedo al futuro arruine tu vida. No lo dejes ganar —Y entonces ella se había ido, dejando a Wonwoo con más preguntas y dudas.

Las cosas habían sido raras incluso en el trabajo. Se había acostumbrado a esconderse cada vez que se cruzaba con Jun. Él no parecía entender por qué no podían conectar de nuevo, y Wonwoo no sabía cómo explicar lo que no entendía él mismo. Era un hombre joven, soltero, que amaba el sexo. No había ninguna razón para no tener sexo con Jun... o con alguien más. Entonces, ¿Por qué infiernos no podía decirle que sí a Jun?

Porque se sentía tomado.

Era ridículo, esto estaba mal, existía únicamente en su cabeza, pero se sentía tomado. Si cerraba los ojos, casi podía sentir las manos de Mingyu en sus caderas, la boca de Mingyu en el interior de sus muslos, chupando una mordida de amor en su piel, marcándolo, su toque íntimo y exclusivo. Quería ser de Mingyu... él, que siempre había rodado sus ojos ante el comportamiento posesivo y machista de mierda.

Era ridículo. No era de Mingyu, y Mingyu no era de él. La única cosa que ellos podrían tener era una amistad.

Wonwoo lo repitió para sí mismo como un mantra cuando Mingyu los llevó al Stamford Bridge. Él y Mingyu en un espacio cerrado resultó ser una mala, mala idea. Wonwoo se encontró chismorreando como un adolescente nervioso, tratando de no mirar a Mingyu demasiado. Si alguien le preguntara de lo que estaban hablando, él no tendría ni idea.

[MEANIE; MINWON] SPMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora