Los árboles casi tocan el cielo. Hay cientos esparcidos por toda el área; se amontonan en distintas formas, tamaños y colores. La diferencia entre los distintos tonos de verde es sorprendente, especialmente para alguien acostumbrado a ver principalmente en blanco y negro. Estoy sentado, bajo la sombra de uno. Inmóvil ante mis acciones, trato de observarlo detalladamente, pero de alguna manera, pese a no tener rostro, siento su mirada. Guardo silencio, solo se escucha el canto de algunas aves a la distancia. El sol se acomoda entre las hojas y pocos rayos logran caer al suelo. Me recuesto sobre una cama de hojas secas que estaba amontonado a un costado. El día avanza sin mucho problema. Las sombras se estiran y se pierden en la oscuridad. Guardo la calma, no tengo prisa en irme.
En el ocaso un viejo recuerdo inunda mi visión. Una chica despreocupada se dibuja en el horizonte de mis pensamientos. Ríe de manera escandalosa y su vestido se revolotea por el viento que azota contraria a ella. Sus palabras suenan distantes, pero puedo entenderla de alguna manera. Me habla de la belleza de un árbol en particular. Un árbol, sin hojas; cuyas ramas se extienden hasta el cielo. Al principio no entendía muy bien a lo que se refería, o por lo menos, al concepto de belleza del cual desprendía su comentario. Para mí, un árbol de esas características pasaría fácilmente desapercibido entre los demás árboles y arbustos.Días después, camino al trabajo, me encontré con aquel árbol descrito. Estaba ahí, camuflado entre los árboles y arbustos descuidados por la naturaleza del tiempo. Se veía perdido y frágil entre aquellas extensiones de naturaleza. Quisiese decir más al respecto, pero, así como sentía la mirada de aquel árbol, podía sentir como aquella rama regresaba mis palabras.
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Entre Árboles y Arbustos
Storie breviCada día entro en el mismo sueño. Un sueño confuso y solitario, en donde mi presencia solo era acompañada por un túnel cuyos muros amenazan con derrumbarse en cualquier momento...