- ¿Llevas mucho tiempo patinando?
Suspiré, cansada de responder a las preguntas tontas de Chris, y lo miré con cara de fastidio para nada disimulada.
- No, de hecho salí hace media hora.
- No, joder, me refiero desde que empezaste en general.- intentó que lo entendiera, pero cómo soy muy corta, tuve que explicarse mejor.- ¿Con cuantos años empezaste?
Humillada, no me digné en ir a su ritmo, es más, fui más rápido para que tuviera que correr si realmente tenía ganas de charla.
- A los cuatro me apuntaron en extraescolares, pero hasta los cinco no aprendí a patinar bien.
- Oh, interesante.
Puse los ojos en blanco, y me contuve para no decirle que no fingiera que escuchar mi vida era su principal entretenimiento y dijera lo que quería en verdad.
- ¿No tienes nada que hacer?
Me sabía mal decirle directamente que se largara de mi campo de visión, así que empecé con indirectas que, o no pillo, o ignoro para molestarme, probablemente lo primero, ya que no era muy listo.
- No, iba a casa de Diana, pero recorde que se había ido con su familia de vacaciones, así que estoy libre.
Frené, sorprendida y traicionada por Ax, mientras a la vez intentaba pensar que seguramente él no se hubiera acordado de eso, pero me sabía raro.
- ¿No estaba?- fruncí el ceño, preocupada.- Se supone que Ax ha ido a su casa.
- ¡Que va!- empezó a reírse, pero cuando vio mi mirada de horror, se puso más serio, aunque sin dejar de sonreír.- Ax se ha ido con Brad ha hacerse un tatuaje, quedaron ayer en eso, ¿no te lo dijo?
Me sentí ofendida y muy traicionada, más que nada porque habíamos acordado hacía tiempo no mentirnos y mucho menos ocultarnos cosas cómo esa, que era muy peligrosa, al menos desde mi punto de vista.
Ax rompió el acuerdo, mintiéndome y ocultándomelo, las dos cosas además, no sólo una, y en esos momentos intentaba no quedarme mirando el suelo cómo una idiota, cosa que hacía cada vez que estaba a punto de enfadarme mucho y asumir algo que no estaba preparada para pensar todavía.
Vale, en el fondo quería echarle la culpa a Brad, sabía de sobra que la idea fue de él, sólo había que verlo, pero Ax también la tenía, por dejarse llevar y no confíar en mi, cómo ni no me conociera de nada.
Me dolía, dolía su falta de confianza en mi, tanto que, por alguna razón, me picaban los ojos. Quise pasarme la mano por ellos, pero recordé que Chris seguía presente, y eso sólo me haría quedar en ridículo, pensaría cualquier cosa de mi. Bueno, no me importaba lo que él pensara, era más que nada por mi, no iba a permitirme llorar por una tontería así.
Si, lo sé, no era una tontería, pero parecido, pensándolo mejor, todo el mundo de su edad tendría un tatuaje, o al menos todo el mundo con dinero, tiempo, y ganas de hacer el idiota.
- Si quieres, podríamos hacer algo.- propuso, sacándome de mi obtusa mentalidad.
En serio, no era más tonto porque no practicaba, cualquiera que viera mi cara sabría que no tenía ganas de hacer nada, y menos con él, obviamente, pero, cómo soy buena persona, o intento serlo, le sonreí:
- No, lo siento, tengo muchas cosas que hacer.
- ¿Por ejemplo?
- Cosas que, sinceramente, no son de tu incumbencia.
Si, eso no fue nada agradable, al igual que él, así que estábamos en paz.
- Oh, pensé que no te molestaba.- le dio una patada a una piedra, frustrado.- Pero seguiré insistiendo, ¿de verdad no quieres?
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26 DE FEBRERO
RomanceMalena Singer viaja a Nueva York a estudiar psicología en una universidad lejos de su familia durante un año, alojándose en la casa de la familia Steel. Para ello, trabaja en sus ratos libres en la cafetería de Scott Steel, y ayuda al hijo de este c...