Abrí los ojos creyendo que todo había sido un sueño, pero al levantarme descubrí de nuevo mi cuerpo. Me toqué la frente y tenía sangre seca intentando cicatrizar. Quién sabe si hubiesen pasado días o probablemente sólo horas desde que me golpeó hasta que desperté. Algo dentro de mi se sentía tan extrañado, creí que ya habíamos logrado armar una confianza, pero al parecer no todos los seres de la tierra somos los mismos, la humanidad es mucho más prevenida, atenta a que el otro le haga daño, ¿cómo podía ser así?
Fui incapaz de hacer movimientos diferentes de sentarme o acostarme en lo que quedó del día, pude participar en una que otra conversación conmigo mismo y con las Estrellas, estaba triste. Es decir, nunca esperé que un primer encuentro fuera tan violento y lleno de recelo... Pensé que algo dentro de ella podía creer en mi, en mis palabras.
***
En la noche solamente pude conciliar el sueño durante unas horas. Sorpresivamente, el cielo estaba totalmente iluminado y parecía querer decirme algo, en todo el tiempo en el que había estado allí, ni una sola vez tal cantidad de Estrellas se habían asomado y agrupado tanto. Parecían al borde de caerse por el gran precipicio que era el Universo para aterrizar sobre este pequeño mundo. Sobre mí. Querían que las siguiera para encontrarnos, y que ellas, tan suave y sutilmente como siempre, me tomaran de la mano y me susurraran palabras al oído, palabras que solamente yo entendería.
Lo comprendía, era ése momento, no durante el alba, sino cuando las estrellas pintaban mi rostro sobre la noche y se percibía el retorno de la calma, ése era el momento en el que debía de ir por mi camino.
Seguí la estela de colores que sus brochas desdibujaban sobre el cielo, marcando mi camino como el suave compás que guía a los músicos. Me guiaron paso a paso hasta la playa del lago, parecía haberse hecho más extensa, con mucha más vida, era obvio que la playa no había sido la única en cambiar, los Árboles que una vez habían habitado las orillas del lago ya no eran iguales. ¿Qué querían decirme las Estrellas? Miré a mi al rededor pero no había nadie, ni una sola alma se asomaba. De repente, fui espectador de una fuerza que maravillaría al mundo si éste fuese capaz de admirarla sin quedarse completamente mudo. El Agua se levantó dejando delinear su detallada figura, me reconocía en una especie de retorno y se acercó rápido, simultáneamente, las Estrellas danzaron en un millón de colores rompiendo el velo que las cubría mostrándose completamente y los Árboles levantaron sus ramas dejando que el nuevo Viento las soplara para soltar sus hojas y hacer parte del ritual. Me encerraron formando un sinfín de círculos a mi al rededor revolviendo la tierra y todo lo que pudiese ser usado a su favor para evitar que saliera del tornado, y me llevaron a las profundidades de la tierra.
***
Entramos a un agujero que parecía la sala de una casa pequeña, allí nos sentamos todos. El Agua, para comenzar, la llamó una "reunión de hermanos", iba a continuar con algo muy protocolario cuando las Estrellas le interrumpieron.
-Hemos escuchado lo que dices todas las noches, -dijeron las Estrellas apuradas por iniciar sin esperar a nadie- ¿¡NOS PUEDES DECIR QUÉ HACES AQUÍ!?
-¿Para eso es esto? -dije sorprendido y miré a las Estrellas-, no creí que dudaran de mi de ésa manera. La verdad es que no sé por qué soy humano.
-¿¡Pero cómo no lo vas a saber!? -dijeron por otro lado los Árboles enfurecidos- ¡¿CÓMO!?, ¿qué hiciste? Todos aquí sabemos que padre Universo no actúa de esta manera desde que...
Entonces se oyó un torpe sonido y un estruendo desde el túnel vertical que se había hecho para descender a la guarida. El sonido detuvo a los Árboles. Todos volteamos a mirar, era el Sol. Sin perder un instante, al creer que el centro de atención era el recién llegado, el Agua volteó a mirar a los Árboles y les hizo un gesto de silencio. Me di cuenta de inmediato y cuando notó que lo había visto, continuó con la sesión como si nada hubiese ocurrido.
