dancer in the dark ; anakin skywalker

🦇 | 09. the meanest man who ever lived

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no romanticen nada d esto pls

Nadie hubiera creído que Darth Vader estaba en una cena "familiar" con sus 2 hijos y una Jedi que se encargó de devolvérselos.

Los 4 comían en una misma mesa, larga, con demasiadas sillas, con Anakin, Leia y Luke ocupando las primeras 3, mientras que en el otro extremo estaba Diana, observando a Vader seriamente.

Y por primera vez después de varias horas, pronuncio algo.

— ¿No crees que es hora de hablar? — las risas de los niños, que llevaban oyéndose un buen rato, cesaron, así como la sonrisa del mayor empezó a desaparecer.

— ¿Sobre qué? — preguntó.

— ¿Te olvidaste que teníamos un trato, Vader? — ahora cuestiono ella, con molestia.

El Sith suspiró y volteó a ver a sus hijos, quienes no hacían mucho caso a la situación, y asintió.

— En un rato más — respondió.

— ¿Cuánto tiempo vas a atrasar esto? cumplí lo que querías, te los traje sanos y salvos en menos de una semana, mi parte del trato fue hecha, Vader, falta la tuya — le exigió.

Diana vio como la mirada de Vader se oscureció y su ceño se frunció, señal de que este empezaba a molestarse.

— Te dije que lo discutiremos en un rato más — repitió, su voz comenzando a alzarse.

— ¡Llevo todo el día aquí, quiero irme! — al igual que él, la Jedi alzó su voz y se levantó de su silla violentamente, golpeando la mesa en el proceso.

— Luke, Leia, salgan de aquí, paseen por el lugar pero no se acerquen a la lava — les ordenó a los niños, quienes asintieron y entre risitas y murmullos se fueron corriendo del lugar.

Para tener 4 años, ambos niños eran sumamente inteligentes, lo era de esperarse al ser los descendientes del que alguna vez fue el Jedi elegido y de la antigua senadora de Naboo.

Anakin se levantó de su silla y comenzó a caminar hasta llegar a su lado, y viéndose cara a cara, el hombre sonrió con malicia.

— Fue muy inocente de tu parte creer que alguien como yo cumpliría con su palabra, ¿no lo crees? — le susurró muy cerca de su rostro.

El rostro de Diana se convirtió en uno de confusión gracias a las palabras del hombre.

— ¿Qué? — susurro.

— ¿De verdad creíste que te dejaría ir, Diana? — rio maliciosamente — eres una Jedi, pensé que serías más inteligente — dijo con tono irónico — o bueno, eras una Jedi —

— ¿Vas a matarme? — preguntó enojada.

— ¿Qué? no, claro que no — le respondió, y comenzó a caminar alrededor de ella.

— ¿Entonces que me harás? ¿encarcelarme? ¿torturarme? — le preguntó con su voz firme.

— ¿Cómo por qué haría eso? no, eso no es lo que yo busco — le contestó — tú serás mía, hasta el fin de nuestros días; me ayudarás a criar a mis hijos y estarás ahí para ellos siempre, así como para mí, ¿entiendes? — le dijo y se posicionó enfrente de ella de nuevo, viéndola directamente a los ojos.

Esto no podía estar pasando, no podía ser cierto, no era verdad que Darth Vader quería que una Jedi como ella estuviera con él.

Esto es una pesadilla, y despertaré pronto, estoy segura.

— Yo... yo jamás estaría con alguien como tú — le susurró, con molestia.

— Ya veremos en un par de meses — le sonrió débilmente.

— Eres... eres un... ¡eres un mentiroso! — le gritó — ¡teníamos un trato, tú ibas a dejarme ir después de traerte a Luke y a Leia, dijiste que me dejarías ir y nunca más volverías a saber de mí! — la molestia era notoria en su voz. La chica lo apuntaba con su dedo en forma de reclamo y, para ser alguien como él, se sentía sumamente traicionada.

— Tu decidiste confiar en un Sith — le respondió.

La respiración de Diana estaba alterada, y sentía su pecho arder. Él tenía razón, fue su culpa, erróneamente ella decidió confiar en Darth Vader. Tal vez hubiera sido mejor si ella hubiera dejado que él la matara, o que se deshiciera de ella; si tan solo ella nunca hubiera aceptado ese trato nada de eso hubiera pasado.

Diana comenzó a dar pasos hacia atrás, tratando de alejarse de Anakin. Su pecho se encogía y ella se molestaba cada vez más.

La Jedi estaba sentada en el suelo, recargada en una pared abrazando a sus propias rodillas, mientras que Vader caminaba de un lado a otro enfrente de ella. No era una pesadilla, de verdad estaba pasando, Darth Vader realmente le estaba diciendo que quería que ella fuera una madre para Luke y Leia, así como una pareja para él.

Preferiría estar muerta antes que tener algo que ver con él.

— Solo mátame, ¿quieres? — le pidió.

— Diana, ¿no haz entendido? tú no vas a morir pronto. Vas a vivir aquí, conmigo, con los gemelos, como... como si fuéramos una familia — sonrió débilmente.

— ¿Qué hay de la senadora Amidala? ella fue tu esposa, ¿no la quieres honrar? — trató de convencerlo.

El mayor dejó de caminar y se dio la vuelta, dándole la espalda a la chica.

— ¡Ella me traicionó! después de todo lo que hice por ella, por nuestros hijos, para que los tres estuvieran sanos y salvos, y aún así decidió alejarlos de mí, esconder su paradero para que yo jamás pudiera encontrarlos — el enojo y dolor en su voz podía notarse a simple vista, y su respiración estaba acelerada. Duro unos momentos en silencio, tratando de calmarse, y volvió a hablar — pero... mi suerte y el destino me trajeron a una chica que me los regresaría — volteo a verla de nuevo, su semblante ahora más calmado.

— ¿No lo sientes, Diana? es la fuerza, la fuerza quiere que estemos juntos, yo lo sé — se acercó a ella y la veía desde arriba, esperando una respuesta por su parte.

— Hay más de un millón de mujeres en toda la galaxia, yo- —

— Yo no quiero a ninguna otra mujer, yo te quiero a ti, ¡compréndelo! — dijo, interrumpiéndola.

— Yo jamás voy a amarte, preferiría estar muerta — le advirtió y bajo su cabeza, rendida.

El mayor se agachó a su altura y la observó unos momentos antes de hablar en susurros.

— En algún punto de tu vida lo harás, y te sentirás tan culpable de todo esto que desearás no existir, pero no será posible, porque estarás conmigo y así será hasta el día que yo me vaya, y cuando eso pase, tú te irás conmigo —

Y así es como Diana se dio cuenta que estaba condenada a vivir con Darth Vader, (o ahora también conocido como Anakin Skywalker) el resto de su vida, sin ninguna escapatoria.