CAPITULO 8

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Esa noche me envuelve en sus brazos cálidos, lloro en silencio, tengo mucho miedo de lo que pueda pasar, no otra vez, no quiero que la montaña rusa se descarrile otra vez, todo está marchando bien, Camila está feliz, estamos esperando gemelos. La vida tiene que darnos la oportunidad de ser felices esta vez. 


—No van a nacer esos bebés. 

—Por supuesto que no, serán una copia igual a nosotros. ¿No lo ves? 

—¿De qué están hablando? 

—Cariño, todo está en los genes, siempre será un bueno y un malo, como Caín y Abel. Hay un arma en sus manos, apunta hacia mi barriga crecida.—No vas a sentir nada. Pronto acabará, nena. 

—¡No! ¡Son tus bebés! — grito con todas mis fuerzas.

 —¿Estás segura que son de él o míos? — dice Brad con picardía. 


—¡Despierta! ¡Mierda, nena! ¡Despierta! - Abro mis ojos, Camila está enfrente de mí.—Fue una pesadilla. — me consuela, Dios estoy sudando y tengo lágrimas en mi rostro. Toco su rostro, no puede ser que sea tan idéntica a Brad y tan diferente a la vez, Dios, ella quería matarme en mis sueños, quería matar a los bebés. Comienzo a llorar, no quiero volverme loca, pero creo que ya lo estoy.—Por favor, pequeña. ¿Dime que está pasando? —me consuela. 

—Fue la peor pesadilla, Camila.

 —Calla... estás a salvo. Tus sueños jamás podrán lastimarte. - No estoy segura de eso. 

—Debes estar pensando que me estoy volviendo loca. 

Sólo estás asustada.


No he dicho nada acerca del sueño, estamos yendo a la empresa, algo de trabajo tiene que hacerme sentir bien, tengo que retomar mi vida por el bien de mi familia. 

—Estás más radiante que nunca, el embarazo ha hecho de ti una luz de belleza— chilla Jackie. Ya extrañaba su zalamería. Empezamos de nuevo, detrás del lente, la mejor sensación de todas en estos momentos, de nuevo haciendo lo que más me gusta y me relaja, escomo entrar en un mundo diferente donde sólo existe el arte y el punto exacto del mismo. Cuando estoy empezando a sentirme la vieja Lauren Jauregui, pensamientos vagos vienen en mi mente. Elizabeth, Brody y Kelly. 

—¿Soñando despierta, señorita ?-  Camila y su vieja costumbre, me sonríe, esa sonrisa que es exclusivamente mía, la mirada del cielo que me llena de paz. ¿Cómo puedo estar nerviosa?¿Cómo puedo tener miedo? Si la tengo a ella a mi lado, y no se irá a ningún lado. 

—Me gusta tu sonrisa. — le digo acariciando su cara. 

—¿Lo es? — levanta las cejas. Pensando que es la respuesta de lo que más me gusta de ella. 

—No, ni por cerca. -

Pude recuperar un poco de tranquilidad mientras estaba en el trabajo, Jackie se volvió loco cada vez que salía corriendo al baño a vomitar, Dinah me pidió que regresara a casa y me amenazó con despedirme, faltaba más, mi propia jefe amenazando a una mujer embarazada. Llegando a casa, estoy exhausta, quiero darme una ducha y meterme ala cama con mi prometida. Llamo a Mani. 

—¿Cómo van los casting? 

—De hecho, tengo una oferta para un comercial, por algo tengo que empezar. 

QUEDATE CONMIGO SIEMPRE - TERCERA PARTE (TRILOGIA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora