(¡31 minutos Fanfic!) Minutos Contados.

[DEPARTAMENTO]

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TW: abuso sexual.
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[Años atrás][11:24 a.m]

—Hola— en una sala de precavidos anónimos, un hombre de reducida estatura llamó la atención de un Androide, sobresaltandolo.

 —¿Quién eres?— Dami, siempre cuidadoso dió un paso hacia atrás.

—Me llamo "Segurito", ¡Mucho gusto!— extendió su mano —Tú eres Dami, ¿Cierto?— su saludo estaba a punto de ser correspondido hasta que dijo eso.

—¿Cómo lo sabes?— se preparó para correr.

—¿Qué? ¿No lo recuerdas? nos presentamos en la reunión— señaló el salón, sin respuesta —¿No? ¡Me tocaste el cabello! —Dami lo recordaba, simplemente no tenía ganas de hablar con él —¿En serio no lo recuerdas?— el androide negó —Creo que deberías revisar tu memoria entonces— dió un pequeño golpe en su brazo.

—¿Por qué me hablas?— pasó su mano por el lugar del golpe.

—La verdad, te me haces muy interesante y quería saber si quieres ser mi amigo— le dió una sonrisa mientras se acomodaba los lentes.

El androide lo miro de pies a cabeza, pensó su respuesta, nunca antes había un amigo así que...¿Por qué no?.

—Okey— asintió.

—¡Exelente! ¿Quieres ir por un helado? Yo invito— tomaron rumbo a la salida.

Aquella pequeña plática fue el comienzo de lo que inició siendo una amistad, luego un noviazgo y finalmente, un matrimonio.

...

[Vários años después][9:47 p.m]

—Querida socia~— Segurito cantaba algo en forma de murmuro mientras lavaba los platos después de cenar.

Dami sentado frente a la mesa, miraba alguna recopilación de pingüinos adorables callendo.

Una noche como cualquier otra.

—Segurito, ¿Tu sabías que los pingüinos no vuelan porque tienen fío?—.

—¡No lo sabía, Dami!— se quitó los guantes y el delantal —¡Que interesante puede llegar a ser el mundo animal!— se recargó en la mesa.

—¡Y los búhos son monogamos!—.

—¿Monogamos? ¿Eso que significa?—.

—Significa que solo se puen enamorar una vez en la vida— apagó su celular.

—¿En serio? A mí me decían búho en la escuela— le guiñó el ojo.

Dami estaba apunto de soltar algún otro dato sobre animales cuando la alguien tocó a la puerta del apartamento. Segurito se apresuró a ponerse su casco y lentes de seguridad para atender.

Al abrir, una figura femenina notablemente preocupada hizo presencia.

—¡Rita! ¡Que agradable sorpresa!— la invitó a pasar al abrir por completo.

—Hola Segurito, ¿Has visto a Guaripolo?—  no entró, simplemente se apoyó en el marco de la puerta —Es que me encargó su departamento y no ha vuelto desde en la tarde—.

—Ahg, ese Guaripolo, siempre metido en problemas. Yo tampoco lo ví ayer ¿No te mencionó a dónde iba?—.

—¡No! Solo me dijo que era privado—ambos se miraron en silencio, pensando en alguna alternativa.