noche oscura

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La luna Lili y yo fuimos para el jardín, nos sentamos y ella se me queda viendo con lágrimas en los ojos, rompe el silencio y me dice ¿como te encuentras mi niña? no aguante las lágrimas y empezaron a salir sin mi permiso,

-¿ te dieron la carta? ¿Ya sabes la verdad?-

- ¿porque no me lo dijeron antes? yo pensaba que nadie me quería por eso me abandonaron, y resulta que mi madre había muerto para salvarme no entendía el porque mi madre estaba sola y porque actúe así hace poco- lloro celeste


- debes descansar poco a poco sabremos más de ti, yo te he cuidado también solo que no como yo quería ya que tengo a mis hijos y mi compañero no te aceptaba, pero yo apoye a tu nana y te hemos cuidado, aunque hay cosas que se me escapan de las manos como el comportamiento de mis hijos- murmuró Liliana triste


- ya estoy acostumbrada a ellos y a sus novias locas- me reí sin gracia y ella se rió

-ve a descansar mañana tienes clases-

-estoy muy agradecida por todo y porque gracias a usted puedo estudiar- le di un abrazo y me fui a mi pequeña habitación se sentía tan frío, le doy gracias a la luna que en este momento no me molestaron para hacer la cena o limpiar algo, aun que la luna me apoye acá en la casa de la manada soy una sirvienta una simple Omega que cocina limpia hasta le lava los carros a los trillizos, pero estoy agradecida que no me llamarán, me quedé dormida me desperté con hambre y vi la hora y eran las 3 de la madrugada igual me levanté a ver si hay algo de comer

ya en camino a la cocina todo estaba oscuro, a lo que llegó a la cocina pude notar a Alan sentado en el comedor tomando una taza de té, en lo que me ve sus ojos se colocaron en color negro azabache, en eso me di cuenta que había bajado con solo un blusón rosa claro, y mis pantuflas, mis piernas estaban al descubiertas me las trate de tapar ya que tenía algunos morados que no se habían curado porque aún no tengo a mi loba para sanarme rápido, el vino rápido hacia mi, yo gemi en respuesta,

-¿ que te paso en las piernas?- gruño Alan preocupado

yo no dije nada porque se supone que el ya sabía que fue su novia Sofhi, el me volvió a gruñir

-¿quién te hizo eso es una orden o acaso tienes miedo?- hablo Alan serio

Yo gemi en respuesta y dije -fue so.. sofhi,- el me miró serío

-no te creo mentirosa- en realidad si se que fue sofhia esa maldita me las va apagar solo me molesta que celeste ande así por toda la casa cualquiera la puede ver
-¿aquien quieres tratar de seducir vistiendo así, o es que acaso eres amante de alguno de los guardias de seguridad?- hablé sin medir mis palabras hasta que la vi llorar

-¡No! ni siquiera he tenido mi primer beso y no sabía que había alguien despierto a esta hora- le grité el solo me miró y se fue

- vete a dormir no tienes derecho a levantarte así y salir como si nada tu solo eres la sirvienta de aquí no te creas algo en tu loca cabeza no eres nadie- gruñi y se fue dejándome dolido por lo que le dije lo siento celeste pero es lo mejor


yo me fui a mi habitación ya no tenía hambre, se supone que no me debería doler sus palabras porque de todas formar el era el más despiadado, y siempre me trataban así, pero igual dolía, me quedé dormida sin mi nana que me dijera buenas noches la extrañaba tanto,

los trillizos de la luna de sangre (1era Saga)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora